Michelle Salas podrá ser conocida por algunos como “la hija de Luis Miguel”, pero la joven socialité ha forjado una identidad propia en el universo de la moda. Modelo, empresaria e influencer, Michelle ha conquistado pasarelas, marcas de lujo y portadas internacionales, posicionándose como referente de estilo y elegancia. Y aunque su apellido le abrió algunas puertas, ha sido su buen gusto, su visión estética y su vida de ensueño lo que la mantiene en el radar mediático.
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Por eso, no es de extrañar que cada cambio que hace, desde un bolso nuevo hasta una transformación capilar, genere conversación. Esta vez, fue su melena la que encendió las redes.
Michelle Salas deja atrás el rubio y apuesta por el “soft brunette”

Desde Miami, Michelle compartió el proceso completo de su cambio de look. En historias de Instagram reveló: “Llevo años que no me hacía este color y la verdad es que no me había atrevido… Estoy demasiado contenta”. Con esa frase, dio paso a un nuevo capítulo capilar: dijo adiós al rubio y le dio la bienvenida a un tono castaño claro, conocido como Soft Brunette, que está en total tendencia este 2025.
El estilista detrás de la transformación es Gio Miranda, el mismo que atiende a celebridades internacionales. Acompañado de un corte en capas que aporta volumen y movimiento, el nuevo look fue celebrado por muchos usuarios con comentarios como “¡Guapísima!”, “Te queda increíble” y “Ese color resalta tu belleza natural”.
Sin embargo, como suele suceder en internet, no todo fueron aplausos.
¿Un cambio que envejece? Las críticas no se hicieron esperar
Aunque muchos admiraron su audacia al cambiar de imagen, otros no tardaron en señalar que el nuevo tono “le suma años”. Algunos comentarios en redes fueron especialmente críticos: “Muy guapa, pero te ves mucho mayor ahora”, “Ese tono endurece tus facciones”. ¿Pero qué tan cierto es esto?
De acuerdo con expertos en coloración, la percepción de “verse mayor” tiene fundamentos. A medida que envejecemos, nuestro tono de piel cambia y puede volverse más apagado o perder algo de pigmento. En este sentido, los tonos muy oscuros pueden acentuar líneas de expresión, hacer que la piel luzca más pálida o destacar signos del envejecimiento.
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Colores como el castaño profundo, si no tienen reflejos o variaciones, pueden proyectar sombras no deseadas en el rostro. Según estilistas internacionales, los tonos más cálidos o los que están apenas uno o dos niveles por encima o debajo del color natural suelen ser los más favorecedores.
No obstante, no todo está perdido para quienes aman los tonos oscuros. El truco está en añadir profundidad: mechas, luces suaves o reflejos estratégicos que aporten brillo, frescura y movimiento. Esto ayuda a que el rostro se vea más iluminado y joven.

La belleza está en la actitud (y en saber adaptarse)
Más allá de las opiniones divididas, Michelle Salas demuestra una vez más que la belleza no tiene reglas fijas. Atreverse a cambiar, experimentar y jugar con la imagen forma parte de su esencia. Su nuevo look, además de marcar tendencia, también invita a reflexionar sobre cómo los pequeños detalles, como el tono del cabello, pueden influir en nuestra percepción estética.
Así que, ¿Michelle se ve mayor? Tal vez para algunos. Pero para otros, simplemente se ve diferente. Y en un mundo donde el estilo es una declaración personal, eso también es poder.