Desde su aterrizaje en Netflix, la miniserie sueca El rastro (The Breakthrough, por su título en inglés) ha logrado atrapar a las audiencias en todo el mundo con una historia colmada de drama e intriga.
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A lo largo de cuatro episodios, la producción sigue la investigación de un doble homicidio perpetrado a plena luz del día en una pequeña ciudad de Suecia a comienzos de la década del 2000.
Adnan y Gunilla, un niño y una mujer sin ninguna relación entre ellos, fueron asesinados a puñaladas. Una persona que pasaba es testigo del crimen, pero es incapaz de identificar al homicida.
El detective a cargo está determinado a dar con el criminal, pero sin móvil claro ni sospechoso, el caso se enfría. Más de tres lustros después, un genealogista llamado Per logra encontrar al asesino.
La resolución de casos fríos es común dentro del género de suspenso, por lo que muchos asumieron que la trama se trataba de una historia de ficción, pero no es exactamente el caso con esta serie.
El impactante crimen real que inspiró El rastro, la nueva serie de Netflix
El rastro se basa en un libro del mismo nombre de la periodista Anna Bodin y el genealogista Peter Sjölund sobre la resolución del asesinato de Mohammed Ammouri y Anna-Lena Svensson en 2004.
En la mañana del 19 de octubre de ese año, Ammouri iba de camino a la escuela cuando un hombre encapuchado lo abordó en el camino y comenzó a apuñalarlo sin razón en Linköping, Suecia.
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Svensson se percató de la situación e intervino para tratar de salvar al pequeño de ocho años. Al final, tanto el menor como la mujer de 56 son brutalmente asesinados por el misterioso atacante.
Debido a que las puñaladas fueron propinadas con una navaja mariposa, la policía pudo obtener una muestra de ADN del asesino; sin embargo, no tenían sospecho con qué poder compararlo.
El doble homicidio de Linköping conmocionó al país europeo, pero tras miles de entrevistas, pistas investigadas y pruebas de ADN, el caso se quedó sin resolver por la falta de pruebas y motivos.
El crimen estuvo en la lista de casos no resueltos más sonados hasta 2020. Aquel año, Sjölund dio con el asesino a través de la genealogía, siendo el primer caso resuelto en Europa con esta ciencia.
De acuerdo a Independent en Español, el genealogista se enfocó en seguir el rastro del ADN disponible del culpable generaciones atrás. No hacía falta que estuviera en ninguna base de datos.
Y es que el experto solo estaba usando sus conocimientos para construir el árbol genealógico del misterioso homicida. Con la genealogía tradicional y la genealogía genética forense, logró hacerlo.
Tras descubrir su pasado y determinar sus antepasados, la genealogía reveló a Sjölund la identidad del asesino: Daniel Nyqvist. El ADN del hombre de 37 años coincidió con el tomado en la escena.
Tras ser detenido, Nyqvist admitió haber asesinado a Ammouri y Svensson porque unas voces en su cabeza le ordenaron hacerlo. La justicia lo sentenció a tratamiento psiquiátrico indeterminado.
Ahora, más de dos décadas después de que el crimen que dio pie a la segunda investigación criminal más grande en la historia de Suecia fue perpetrado, Netflix lanzó la turbadora serie El rastro.
La miniserie es un relato ficticio inspirado en la obra homónima, publicada en 2021, que documenta cómo este doble homicidio se resolvió 16 años después gracias a la genealogía ancestral.
“Cuando leí el libro El rastro, me impactó el hecho de que detrás de esta investigación de asesinato masivo había destinos humanos tan fuertes: oficiales de policía que se niegan a rendirse, familiares que querían respuestas y, por último, pero no por ello menos importante, el genealogista que finalmente encontró la solución”, expresó Oskar Söderlund, el guionista de la serie, a Netflix.
La directora del proyecto, Lisa Siwe, manifestó por su parte: “Aunque se trata de una serie dramática de ficción sobre un crimen, es, sobre todo, una representación de una tragedia humana, donde ponemos nuestro foco en las víctimas y la investigación en lugar del perpetrador”.