En los últimos años, Netflix ha demostrado una y otra vez su capacidad para identificar y apostar por producciones internacionales que no solo conquistan audiencias alrededor del mundo, sino que rápidamente se posicionan en el TOP 10 de la plataforma. Desde dramas profundos hasta intensos thrillers, la plataforma ha sabido elegir títulos que resuenan con los espectadores, especialmente aquellos que buscan una experiencia cargada de suspenso y adrenalina. Y ahora, con Upon Entry, Netflix ha vuelto a acertar, trayendo una película que te mantendrá pegado a la pantalla desde el primer minuto.
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Se trata de una película que tienes que ver si buscas una experiencia cinematográfica que te mantenga al borde de tu asiento. En una época donde las producciones de suspenso se han vuelto comunes, esta obra se destaca por su intensidad psicológica y química de personajes, lo que la convierte en una joya que la plataforma acaba de poner a disposición de sus usuarios. Con una duración de solo 74 minutos, esta Upon Entry logra exprimir hasta la última gota de tensión, llevando a los personajes (y a los espectadores) a un viaje emocional que no da tregua.
Qué debes saber de Upon Entry
La historia sigue a Diego (interpretado por Alberto Ammann) y Elena (Bruna Cusí), una pareja española que llega a los Estados Unidos con la esperanza de comenzar una nueva vida. Todo parece estar bien hasta que, en un giro inesperado, son detenidos en un control de inmigración, donde todo se descontrola. Lo que comienza como un simple procedimiento de verificación se convierte rápidamente en una prueba psicológica que no solo pone a prueba su relación, sino también sus propios límites.
El guión, escrito por los directores Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, saca provecho de la angustia cotidiana que muchos viajeros experimentan en los aeropuertos. Con un simple control de pasaporte, el filme establece una atmósfera de tensión palpable, donde cada palabra y cada pausa se sienten cargadas de significado. La película nos introduce en un interrogatorio que parece no tener fin, y lo hace de forma tan efectiva que el público no puede evitar sentirse parte del proceso, casi como una tercera persona atrapada en la habitación con los protagonistas.
El interrogatorio comienza de manera relativamente sencilla, pero conforme avanza, se intensifica de manera exponencial. Los agentes, interpretados por Laura Gómez (de Orange Is The New Black) y Ben Temple, son el ejemplo perfecto de cómo la autoridad puede ser utilizada para manipular y desgastar emocionalmente a los interrogados. La presencia de estas figuras aparentemente implacables genera una sensación constante de claustrofobia y desconfianza, que se transmite de forma impresionante a través de los ojos de Diego y Elena.
Uno de los aspectos más interesantes de Upon Entry es la manera en que la película juega con las expectativas del público. En sus primeros momentos, Diego y Elena parecen ser las víctimas de un sistema opresivo, pero a medida que el interrogatorio avanza, comienzan a surgir detalles oscuros sobre su pasado, que hacen que nos cuestionemos sus verdaderas intenciones. ¿Son realmente inocentes? ¿O hay algo más detrás de su deseo de ingresar a los Estados Unidos?
Un formato que te enganchará
A pesar de su formato sencillo y limitado (la mayoría de la película ocurre dentro de la misma habitación), la dirección de Rojas y Vásquez logra mantener la tensión de manera constante. No hay movimientos de cámara innecesarios ni efectos visuales llamativos; todo está centrado en los rostros de los personajes, donde cada mirada, cada movimiento, tiene un peso específico. Las actuaciones de Ammann y Cusí son excepcionales, llevando a sus personajes a un nivel de vulnerabilidad que resulta desgarrador de ver.
El filme no sólo toca temas de inmigración, sino que también cuestiona el poder y el abuso de la autoridad. La forma en que los agentes manipulan la conversación, alterando la psicología de los interrogados, es un recordatorio de lo frágiles que podemos ser cuando nos enfrentamos a situaciones fuera de nuestro control. Upon Entry no ofrece respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión, dejando al espectador con una sensación inquietante de que las líneas entre lo correcto y lo incorrecto pueden ser mucho más difusas de lo que parecen.