Este lunes 13 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno mental que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud.
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Es una oportunidad para ver estas películas que llaman a la reflexión sobre la importancia de la salud mental y a generar conciencia sobre la necesidad de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.
Desde dramas intensos hasta relatos conmovedores, estas películas nos ofrecen una ventana al impacto emocional y social del trastorno, ayudando a desmitificar y fomentar la empatía.
Estas son las 15 películas que recoge la revista Rolling Stone que tratan el tema de la depresión de diferentes angulos y en Nueva Mujer también las recomendamos:
Una mujer bajo la influencia del director John Cassavetes (1974)
En esta obra maestra del cine independiente, Gena Rowlands entrega una interpretación devastadora como Mabel Longhetti, una mujer atrapada en un matrimonio disfuncional y luchando con una enfermedad mental que la lleva al aislamiento.
John Cassavetes retrata con una sensibilidad cruda las complejidades de la depresión y la tensión que esta genera en las relaciones familiares. La película es un retrato poderoso de la fragilidad emocional y la falta de comprensión en torno a los problemas de salud mental.
Mr. Jones del director Mike Figgis (1993)
Richard Gere interpreta a un hombre carismático pero impredecible que vive con trastorno bipolar, alternando entre episodios de euforia y profundas depresiones. A través de su relación con una terapeuta, interpretada por Lena Olin, la película aborda las complejidades de los trastornos del estado de ánimo y los desafíos de los vínculos emocionales. Aunque recibió críticas mixtas, la actuación de Gere destaca por su capacidad para transmitir la lucha interna de su personaje.
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Nación Prozac del director Erik Skjoldbjærg (2001)
Basada en las memorias de Elizabeth Wurtzel, esta película sigue a Lizzie (Christina Ricci), una joven estudiante brillante pero profundamente atormentada por la depresión. La película aborda cómo los traumas de la infancia, la presión académica y los problemas familiares contribuyen a su lucha emocional. Es una representación cruda y honesta del impacto de la depresión y el camino hacia la recuperación.
Wilbur se quiere suicidar del director Lone Scherfig (2002)
Esta comedia dramática danesa-escocesa sigue a Wilbur, un hombre que enfrenta pensamientos suicidas constantes mientras lucha por encontrar sentido a su vida. Con una mezcla de humor oscuro y ternura, Lone Scherfig presenta una historia inusual que destaca la importancia de las conexiones humanas y el apoyo emocional. La película logra equilibrar el peso del tema con momentos de ligereza y esperanza.
Con amor, Liza del director Todd Louiso (2002)
Philip Seymour Hoffman interpreta magistralmente a Wilson, un hombre que enfrenta una depresión profunda tras el suicidio inesperado de su esposa. Mientras lidia con su dolor y un misterio alrededor de una carta que ella dejó, Wilson se adentra en comportamientos autodestructivos que incluyen una terrible adicción a los inhalantes. La película es un retrato desgarrador de la pérdida, el duelo y la incapacidad de encontrar consuelo en medio del sufrimiento emocional.
Las horas del director Stephen Daldry (2002)
Basada en la novela de Michael Cunningham, esta obra entrelaza las vidas de tres mujeres de diferentes épocas, todas enfrentando la depresión de distintas maneras. Las actuaciones de Nicole Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep muestran cómo el vacío y la desesperación se manifiestan en diferentes contextos y etapas de la vida. La película explora la lucha interna por encontrar sentido y propósito, y su narrativa destaca el peso emocional de las decisiones de vida.
Tiempo de volver del director Zach Braff (2004)
Dirigida y protagonizada por Braff, esta película sigue a Andrew, un joven que regresa a su ciudad natal después de la muerte de su madre. Enfrentándose a su apatía emocional y el impacto de años de medicación, Andrew inicia un viaje de autodescubrimiento que lo lleva a reconectar con sus emociones. La película combina sensibilidad, humor, la presencia inolvidable de Natalie Portman y una maravillosa banda sonora.
Numb del director Harris Goldberg (2007)
En esta cinta basada en la vida personal de su director, Matthew Perry interpreta a Hudson, un guionista que sufre de despersonalización y depresión severa. A medida que lucha por comprender su condición y encontrar ayuda, la película mezcla humor con un enfoque sincero sobre los desafíos de vivir con problemas de salud mental. La historia resalta tanto la frustración como la esperanza en el camino hacia la recuperación.
Helen de la directora Sandra Nettelbeck (2009)
Ashley Judd interpreta a Helen, una mujer exitosa cuya vida se desmorona debido a un episodio de depresión severa. La película retrata con realismo la batalla interna de Helen mientras intenta mantener su vida en orden, mostrando cómo la depresión puede afectar a las relaciones personales. Es una exploración intensa y emotiva de los altibajos del trastorno.
El mejor papá del mundo del director Bobcat Goldthwait (2009)
Esta oscura comedia protagonizada por Robin Williams aborda temas de pérdida, depresión y el deseo de reconocimiento. Tras una tragedia inesperada, el personaje de Williams, un profesor de literatura se enfrenta a una crisis existencial mientras intenta reconstruir su vida. La película combina humor negro y emociones desgarradoras, ofreciendo una reflexión sobre el dolor y la autenticidad.
Una historia singular de los directores Ryan Fleck & Anna Boden (2010)
Esta conmovedora comedia dramática sigue a Craig, un adolescente que se interna voluntariamente en un hospital psiquiátrico debido a su lucha con la depresión y pensamientos suicidas. La película equilibra el peso de los problemas de salud mental con momentos de humor y esperanza, mostrando cómo las conexiones humanas pueden marcar una gran diferencia. La actuación de Zach Galifianakis, como un paciente del hospital, destaca por su mezcla de ligereza y profundidad emocional.
Melancolía del director Lars von Trier (2011)
Este impresionante y devastador drama de Lars von Trier utiliza la inminente destrucción de la Tierra como una metáfora para la depresión. Kirsten Dunst entrega una actuación poderosa como Justine, quien lidia con una profunda melancolía mientras el mundo enfrenta su fin. La película es visualmente deslumbrante y captura con precisión la sensación de desesperanza y resignación asociada con el trastorno.
Cake del director Daniel Barnz (2014)
Jennifer Aniston protagoniza esta película como Claire, una mujer que sufre de depresión y dolor crónico tras un trágico accidente. La película sigue su lucha por reconectar con los demás y encontrar algo de consuelo en medio de su sufrimiento. La actuación de Aniston es profundamente conmovedora, mostrando el impacto debilitante del trauma emocional y físico.
Anna del director Jacques Toulemonde (2015)
Este drama colombiano sigue a Anna (Juana Acosta), una mujer que lucha por equilibrar su vida como madre y fotógrafa mientras enfrenta episodios de depresión severa. La película, dirigida por Jacques Toulemonde, ofrece una representación honesta y matizada de los desafíos emocionales y las presiones sociales que enfrenta su protagonista. A través de una narrativa visualmente poética, Anna se convierte en una reflexión íntima sobre la vulnerabilidad humana y el deseo de superar las sombras internas.
Anomalisa de los directores Charlie Kaufman & Duke Johnson (2015)
Este fascinante filme animado, dirigido por Charlie Kaufman, sigue a Michael Stone, un hombre que experimenta una profunda desconexión emocional y depresión. A través de una historia de amor inusual, la película explora cómo el aislamiento y el vacío interior pueden afectar las relaciones y la percepción del mundo. Su enfoque original y melancólico ofrece una visión íntima de la soledad.
