Angélica Rivera es una de las figuras más conocidas en la televisión mexicana, con una trayectoria que abarca décadas de trabajo en el medio, pero pocos recuerdan cómo comenzó su camino hacia la fama.
Ahora que la artista confirmó su regreso a la televisión, aquí te compartimos cómo lucía cuando comenzó su carrera.
Los inicios de la carrera de Angélica Rivera
En 1987, con solo 17 años, Angélica se consagró como la ganadora del certamen El Rostro de El Heraldo de México, lo que marcó el inicio de su carrera en el mundo del espectáculo. Su éxito como modelo la llevó a la televisión, donde rápidamente conquistó al público mexicano con su talento y su presencia.
En 1989, la artista debutó como actriz en la telenovela Dulce desafío, un proyecto que la colocó junto a grandes nombres como Adela Noriega y Eduardo Yáñez. A partir de ese momento, su carrera comenzó a despegar, participando en diversas telenovelas como Simplemente María (1989), Alcanzar una estrella II (1991) y Sueño de amor (1993). Sin embargo, fue en 1995 cuando su vida profesional dio un giro definitivo con La dueña, un exitoso melodrama que la consolidó como una de las grandes estrellas de la televisión mexicana, junto a Francisco Gattorno y Cynthia Klitbo.
Su recorrido por la televisión
A lo largo de la década de 1990 y principios de los 2000, Rivera continuó demostrando su versatilidad actoral en diversos proyectos. En 1997, protagonizó Huracán junto a Eduardo Palomo, donde interpretó a Helena, una de sus actuaciones más recordadas, compartiendo pantalla con figuras como Sylvia Pasquel y Ludwika Paleta.
En 1998, José Alberto Castro la colocó como la protagonista de Ángela, junto al argentino Juan Soler, y con la participación de Jacqueline Andere. Este papel reafirmó su lugar en las grandes telenovelas de la época. En 2001, se unió al elenco de Sin pecado concebido, protagonizada junto a Carlos Ponce, un proyecto que marcó otro éxito en su carrera.
En 2003, Angélica asumió su primer papel antagónico en Mariana de la noche, junto a Alejandra Barros y Jorge Salinas, demostrando que también podía encarnar personajes más complejos y desafiantes. Pero sin duda, su regreso a los papeles protagónicos más significativos llegó en 2007 con Destilando amor, una telenovela que la reunió con su compañero de antaño, Eduardo Yáñez. Este proyecto no solo fue un éxito de audiencia, sino que también marcó su retiro definitivo de la actuación.
Aunque Angélica es principalmente conocida por su carrera actoral, también incursionó en el mundo de la música. En 1991, durante la grabación de Alcanzar una estrella II, participó en el grupo musical Muñecos de Papel, junto a otros jóvenes artistas como Sasha Sokol, Bibi Gaytán, Ricky Martin, Erik Rubín y Pedro Fernández. El grupo lanzó dos discos y realizó una gira durante aproximadamente un año, lo que le permitió a Angélica explorar una faceta diferente en su carrera.
Más adelante, en 2007, tras su participación en Destilando amor, Angélica regresó al mundo de la música, grabando un disco que contó con la colaboración de Pepe Aguilar. Por su interpretación, recibió el reconocimiento como “Cantante Revelación del Año” por parte de la revista Furia Musical, consolidando así su habilidad vocal y su capacidad de adaptarse a distintos géneros.
De la televisión a la política: Su papel como primera dama
El 1 de diciembre de 2012, Angélica Rivera dio un giro radical a su vida al convertirse en la primera dama de México, tras el ascenso de su esposo, Enrique Peña Nieto, a la presidencia de la República. Como primera dama, acompañó a Peña Nieto en diversos viajes oficiales, incluido el histórico viaje a Europa en 2014, donde fueron recibidos por los reyes de España y el Papa Francisco. En dicho viaje, Rivera fue condecorada con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, un importante honor otorgado por el gobierno español.
Además de sus compromisos oficiales, Angélica asumió en 2013 el cargo de presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), donde promovió diversas iniciativas en favor de las familias mexicanas.