Estar preso por 34 años no le impidió a Lyle Menéndez conocer el amor. Desde 1990 está en prisión junto a su hermano Erik, por el asesinato en primer grado de sus padres José y Kitty Menéndez. Pese a que cumple cadena perpetua, tuvo novias, se casó dos veces y ahora su segundo divorcio.
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Lyle parece tener un sexappel que lo hace atractivo. La primera en quedar flechada por el fue la modelo Anna Eriksson, con quien se escribía cartas poco después de que quedó detenido por e doble homicidio. Prometieron jurarse amor eterno y esto lo harían el día antes de la condena, en 1996, pero los funcionarios del tribunal y la cárcel impidieron que la ceremonia tuviera lugar.
Esto no fue impedimento para ellos, y a través de una llamada y con la ayuda de su abogada, se casaron. Erik fue el padrino y la letrada le puso el anillo a la novia. Esto fue en secreto, pero luego se descubrió y el Departamento de Correccionales de California, lo consideró legal.
Sin embargo, cinco años de matrimonio se terminaron en el 2001 cuando Eriksson descubrió que Lyle estaba en contacto con otras mujeres, entre ellas su actual esposa Rebecca Sneed, a quien conoció también por cartas poco tiempo después que lo arrestaron. Ella se desempeñaba como periodista de una revista.
Adiós a 21 años de matrimonio por esta razón
Fueron 10 años en los que Rebecca y Lyle estuvieron escribiéndose. Finalmente, él quedó soltero a los 33 años, dos años más tarde, en el 2003, dejaron las misivas de lado para darle oportunidad a la formalidad. La Prisión Estatal de Mule Creek fue el lugar donde se realizó la boda. Ella cada semana lo visitaba.
Sneed dejó el periodismo de lado para convertirse en abogada y pelear por la libertad de su esposo. Pero, vivió la misma suerte de Ericksson: infidelidad tras las rejas. Lyle, presuntamente, tendría una relación con una joven universitaria británica, que conoció gracias a Rebecca, ya que ella creó un grupo de Facebook para buscar la excarcelación de él, y la chica pertenece a este.
Milly Bucksey lo conoció a través de internet a inicios del 2024. Según personas familiarizadas con la situación, inicialmente se acercó a ella bajo un alias antes de confesarle su verdadera identidad a la alumna enamorada. En los últimos meses, la relación entre los dos se había vuelto tensa y tensa, detalló el diario The Mirror.
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Lyle incluso se metió en problemas con los guardias de la prisión Richard J. Donovan Correctional Facility en San Diego, California, por tener en su poder un teléfono celular de contrabando, que estaba usando para comunicarse con Milly. Ahora le pidió el divorcio a Rebecca, quien lo anunció a través de Fecebook.
Escribió: “Lyle y yo hemos estado separados por un tiempo, pero seguimos siendo mejores amigos y familia. Continúo administrando sus páginas de Facebook, con su aporte, y estoy comprometida para siempre con la lucha duradera por la libertad de Lyle y Erik, como ha sido tan evidente a lo largo de los años. (...) Esto NO es un escándalo de engaños”.
