Tras varios días sin compartir contenido en sus redes sociales, finalmente, la tarde de este jueves 7 de noviembre, la actriz Sherlyn González apareció de nuevo, pero esta vez con un historia que la tiene indignada y que también despertó el mismo sentimiento en otras madres.
La estrella de telenovela contó que su hijo André, de cuatro años, ha sido víctima de bullying desde el año pasado, pero esta semana vivió una experiencia que rebasó todos los límites, pues fue mordido por el niño que siempre lo ha “molestado”. Y como si esto fuera poco, la mamá del otro pequeño minimizó y normalizó el episodio de violencia.
“Ya no son bebés. (...) A los cuatro años no es normal que los niños muerdan, pero luego te das cuenta de cómo los niños vienen de casa y que son el reflejo de lo que ven en casa. (...) Me tocó ir al colegio para ver qué se va a hacer, porque requiero que se tomen medidas para sentirme tranquila y sobre todo creo que ninguna mamá se sentiría tranquila cuando a la hora de dialogar con la contraparte la respuesta es: ‘No será ni la primera ni la última vez, y son cosas de niños”, relató la actriz de 38 años.
Ella fue enfática en decir que los niños a esa edad ya comprenden lo que se le dicen. Además, señaló que varias personas quisieron “normalizar” el episodio de violencia, por lo que ella fue enfática: “¡Sí, sí es grave! porque el autoconcepto, la autoestima y la seguridad la van adquiriendo en los primeros años de edad. Qué pasa si yo le digo: ‘Te mordió, pero es tu amigo”.
El poderoso mensaje para las otras madres
La mexicana le pidió a los padres que le inculquen valores a su niños y fortalezcan su confianza. Afirmó que hay que enseñarles que quien te muerde, te daña, te ofende, te lastima físicamente no es tu amigo. y ejemplificó: “No podemos normalizar eso y hay que poner atención en esas cosas porque al rato cuando llegue la niña que el novio la trató mal, aaaahh es que ‘era algo normal porque así la enseñaron a compartir en la escuela”.
Expresó que como adultos hay que aprender a desaprender conductas adquiridas durante los primeros años de vida. Y remató diciendo: “Como mamás tratamos de ser prudentes, pero a veces en esa prudencia ponemos en riesgo lo que más amamos, que son nuestro hijos. (...) Seamos todo lo incómoda que tengamos que ser. Pregúntenle a su niño interior que si sus papás fueron incómodos por defenderte. Todo lo incomoda que sea posible lo voy a ser hasta que esté segura de que mi hijo está a salvo, siempre, hasta que me muera”.