Kate Middleton ha vivido uno de los años más complicados en su vida luego que a inicios de 2024 fuera diagnosticada con cáncer, enfermedad que la mantuvo alejada de su trabajo como miembro de la realeza y de la vida pública. Tras más de seis meses de quimioterapias preventivas comienza a retomar de a poco sus compromisos.
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La princesa de Gales decidió refugiarse en su familia mientras superaba dicha enfermedad la cual mantuvo en zozobra a sus seguidores por temor a que no lograra superarla y llegar a convertirse en la reina de Inglaterra, puesto que actualmente ocupa Camila Parker.
En medio de su padecimiento, Middleton ha dado un giro a su vida pero algunas de sus decisiones no estarían siendo del agrado de su esposo, el príncipe William.
Estos han sido los cambios de Kate Middleton tras padecer cáncer
Luego de varios meses de angustia, preocupación y tristeza, la tranquilidad comienza a llegar a la royal family con la mejoría de Kate Middleton. Mientras retoma sus labores reales, también va poniendo en orden su vida privada por lo que según el autor Robert Jobson en su libro ‘Kate, princesa de Gales’, ha retomado las prácticas deportivas tras varios meses de descanso.
Recordemos que Middleton es fanática de los deportes en especial del tenis, el cual suele practicar con frecuencia. Además, en medio de su recuperación no se perdió la final de Wimbledon a la cual asistió con su hija Charlotte y se llenó de ovaciones.
Este no ha sido el único cambio de la futura reina, ni tampoco el más controversial, pues Kate habría tomado una drástica decisión la cual a disgustado a William, pues luego de la dura experiencia con la que ha lidiado, ha experimentado un gran interés por la religión.
La real estaría viviendo una faceta espiritual la cual le ha garantizado la fortaleza necesaria para superar su situación, aunque no estaría en sus planes asistir a misa cada domingo.
“Puede que vaya en Navidad y Pascua, pero eso es todo”, aseguró debido a que esto no sería del agrado del futuro rey al ser “un joven moderno” que no encaja con las ideas más tradicionales de la fe, incluso “se avergüenza de ciertos aspectos del ceremonial y de la religión”, según el escritor.