Por primera vez en casi 35 años, estas fiestas decembrinas podrían ser muy distintas para Lyle y Erick Menéndez, quienes están cumpliendo condena de cadena perpetua por asesinar a sus dos padres, Kitty y José Menéndez, a quienes les dispararon con una escopeta por las espaldas porque, presuntamente, estaban hartos de los abusos sexuales por parte de su progenitor y el silencio de su madre.
Esta semana, el fiscal del distrito de los Ángeles, Estados Unidos, George Gascón, indicó que poya la solicitud de clemencia para ellos, ante el gobernador de California, Gavin Newton, para pedirle clemencia, por lo que dio sus alegatos y afirmó que los hermanos son candidatos “ejemplares” para que se cumpla esta petición.
En tanto, el abogado Mark Geragos informó que pedirá que se realice una audiencia de habéas corpus
el 25 de noviembre, con el objetivo de que le modifiquen los cargos de asesinato en primer grado y conspiración para cometer asesinato, por el de homicidio involuntario.
Si el juez a cargo del caso falla a favor, los hermanos podrían quedar de inmediato en libertad, debido a haber cumplido más de la condena máxima por este cargo en California que es de 11 años, explicó AFP en una nota publicada por el diario El Universo.
Empleada de servicio contó lo que vivió mientras trabajó para los Menéndez
Tras la serie de Netflix basada en el atroz crimen, se ha despertado un gran interés por el caso de los hermanos, quienes permanecen presos desde hace 35 años. Su influencia fue tal, que la justicia ha dado la posibilidad de revisar de nuevo sus expedientes, ya que hay nueva evidencia que apunta que realmente fueron víctimas de abuso sexual, motivo que fue desestimado en el juicio inicial.
Ahora, ante esta situación, la empleada de servicio doméstico que laboraba en su casa nuevamente habló tras muchos años de silencio. En una entrevista exclusiva para el noticiero de Univisión, Flor María Suria manifestó cómo era la relación con Lyle y Erick.
Ella sabía cómo era el movimiento en la mansión Menéndez, trabajó para ellos por ochos meses hasta que la tragedia llegó: “Yo llegué el lunes en la mañana. Yo me presentaba a las 10:00 am y cuando llegué estaba la policía, me dijeron que no podía pasan porque habían matado a los señores. Y yo les dije a la policía: ‘Yo trabajo aquí”.
Flor, de origen latino, no sabía inglés, y los hermanos tampoco hablaban español, pero sin embargo, aseveró que hubo algunas interacciones de ellos hacia ella. Recordó que en una oportunidad, cuando cocinaron espaguetis, le tocaron su puerta para compartirlo con ella. “Me dijeron: Ven a comer”.
Para trabajadora está de acuerdo con que se le aplique una nueva sentencia a los dos. Le manifestó al programa que “la señora muy buena persona conmigo, el señor igual. En esa casa solo se cenaba, porque cenaban en familia. La señora cocinaba”.
Aseveró que nunca los escuchó discutir, pero acotó que José hablaba fuerte, pese no llegó a presenciar una discusión. Ella declaró hace casi 35 años aseverando que nunca fue testigo de actos de violencia familiar.