En los últimos años, Netflix ha sido un escaparate para una variedad de series mexicanas que no sólo muestran paisajes impresionantes, sino que también presentan historias que invitan a la reflexión. Una de las producciones más impactantes recientemente ha sido El secreto del río, una serie que ha capturado la atención de los espectadores de todo el mundo.
La serie está profundamente enraizada en la realidad cultural de Oaxaca, donde la comunidad de los muxes juega un papel crucial. Estos individuos, que se identifican como un tercer género, son una parte integral de la cultura zapoteca. Con una larga historia que data de siglos atrás, los muxes desafían las convenciones de género y son reconocidos como cuidadores y miembros respetados de sus comunidades.
En un país donde el machismo y la violencia de género son problemas persistentes, la representación de los muxes en El secreto del río es un paso hacia la visibilidad y el respeto por la diversidad de género.
Al abordar temas de identidad de género y la rica cultura zapoteca de México a través de personajes reales que han sido ignorados por muchos, esta serie no sólo entretiene, sino que también educa sobre las luchas y triunfos de comunidades a menudo pasadas por alto.
¿De qué va El secreto del río?
El secreto del río, protagonizada por Diego Calva y Trinidad González, se centra en dos niños que forman una amistad inesperada en un pequeño pueblo de Oaxaca. Esta relación se ve puesta a prueba tras ser testigos de una tragedia que se convierte en su oscuro secreto. La producción, compuesta por ocho episodios, retrata la amistad más sincera pero también explora la complejidad de crecer en un entorno que puede ser tanto bello como brutal.
Trinidad González, quien interpreta a Sicarú, enfatiza la autenticidad de la serie, destacando que está “liderada y contada por mujeres trans y muxes reales”. En una conversación con Them, González compartió su admiración por cómo la serie representa a Oaxaca de manera auténtica y aborda temas de feminismo y la lucha contra el machismo. “Desafortunadamente, vivimos en un país con impunidad, donde las tasas de femicidio y transfemicidio aumentan día a día. Aplaudo la producción por decir: ‘¿Sabes qué? Haremos esto, y lo haremos como es’”.
Al explorar la vida del protagonista y su conexión con la comunidad muxe, la serie también aborda la identidad de género desde una perspectiva cultural. Muxes, como Solange, el personaje que se convierte en mentora de Sicarú, son representados con profundidad y respeto.
La belleza de Oaxaca, representada a través de una poderosa historia
Un aspecto notable de El secreto del río es su representación visual de Oaxaca. Las imágenes de paisajes naturales, tradiciones culturales y la vida cotidiana de sus habitantes son un festín para los sentidos. Esta atención al detalle no sólo embellece la narrativa, sino que también educa a la audiencia sobre la riqueza cultural de la región. En un momento en que las series a menudo se centran en narrativas simplistas o estereotipadas, El secreto del río se erige como un faro de autenticidad.
Además, la serie aborda el tema de la violencia de género y las expectativas culturales impuestas a los hombres y mujeres en la sociedad mexicana. Con un enfoque en la autenticidad cultural, El secreto del río sirve como un recordatorio de que las historias que se cuentan en pantalla pueden influir en la percepción pública y contribuir al cambio social. A medida que más producciones de este tipo surgen en plataformas como Netflix, la audiencia global se beneficia de una visión más rica y variada de las experiencias humanas.