La polémica que ha levantado el caso de Sean “Diddy” Combs, acusado de los cargos de abuso y tráfico sexual y crimen organizado, entre otros, en Estados Unidos, pica y se extiende. El magnate del rap enfrenta seis nuevas demandas por abusos sexuales, en las que se encuentran casos de menores de edad.
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Destaca el diario ‘The New York Times’, que las nuevas demandas civiles son anónimas y fueron presentadas en un tribunal federal de Nueva York. Una de las presuntas víctimas es un hombre que asegura haber sido agredido sexualmente por Combs cuando tenía 16 años.
Varias de las acusaciones destacan que en las “Fiestas Blancas de Diddy”, se descontrolaba la situación a tal punto que cientos de víctimas habrían sido drogadas y forzadas a tener relaciones sexuales, mientras el rapero tomaba registros en video.
La cantante Casandra Ventura, conocida profesionalmente como Cassie, fue expareja del artista y una de las primeras personas que decidió demandar por abuso físico y psicológico. Pese a que su caso fue cerrado por llegar a un acuerdo con el famoso productor musical, marcó un precedente para que otras víctimas decidieran alzar la voz.
Detalles que llevan a un “rito de iniciación”
De lo que se conoce de estas famosas fiestas, la BBC sacó un documental donde entrevista a testigos quienes ofrecieron detalles de lo que allí ocurría.
Sean Combs vivía en la calle más cara de Beverly Hills, en Los Ángeles. Era vecino de la mansión Playboy de Hugh Hefner. Testigos aseguran que la casa está rodeada de vallas altas para proteger su privacidad, y en la puerta hay antorchas encendidas día y noche, reseñó el portal La Tercera.
De las tantas denuncias que hay en contra del rapero, resalta la que hizo el hombre que en 1998 tenía 16 años cuando asistió a una de esas fiestas blancas de Puff Daddy.
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Aseguró este hombre que el ‘modus operandi’ del famoso productor era invitar a jóvenes ilusionados con ser cantantes. Es allí cuando él asiste a su primera “Fiesta Blanca” con emoción, pues creyó que era la puerta de entrada para establecer su carrera musical.
En su declaración aseguró que cuando iba al baño, se encontró con Diddy a solas y este le aseguró que tenía la “apariencia adecuada” y que él tenía el poder de convertir a cualquier persona en una estrella. Entonces, le habría ordenado al joven que se bajara los pantalones para examinarlo y tocarlo, se lee en la demanda a la que accedió la BBC.
Diddy le habría dicho que esto era un “rito de iniciación” y “el camino para convertirse en una estrella”.
Los vecinos también confesaron
Los vecinos de Sean Combs también lo denunciaron y alegaban que las fiestas incomodaban a varias cuadras alrededor. Según los registros públicos a los que accedió la BBC, la policía llegó a la mansión al menos 14 veces en 7 años.
Ninguno de los vecinos que declaró quiso ser identificado, pero sí denunciaron que estaban “hartos y perturbados” por lo que veían cuando se celebraban este tipo de fiestas.
“Durante seis o siete años hubo sólo fiestas, fiestas, fiestas”, aseguró una vecina. Según describió, se veía mujeres a todas horas y “gente que salía y se sentaba en la calle, sin saber dónde estaban”. Contó que estas personas parecían “perdidas” y “se les veía en ropa interior”.