Netflix, de la mano de Ryan Murphy, estrenó la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, tras el éxito de Jeffrey Dahmer.
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En esta nueva serie sobre el caso de los hermanos Menéndez, Javier Bardem y Chloë Sevigny asumen los papeles de José y Kitty Menéndez, los padres de los jóvenes condenados por el asesinato de sus progenitores. La producción también cuenta con las actuaciones de Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch, quienes interpretan a los hermanos Lyle y Erik, respectivamente.
El caso Menéndez fue uno de los más impactantes de su época, sacudiendo y dividiendo a la opinión pública en los Estados Unidos. Los hermanos fueron llevados a juicio tras el asesinato de sus padres en 1989, un evento que desató una cobertura mediática masiva y convirtió sus juicios en un fenómeno seguido por millones.
La relación entre Kitty Menéndez y sus hijos, Lyle y Erik
Durante el juicio de 1993, los hermanos Menéndez relataron terribles abusos por ambos padres. Mientras que el foco se fue hacia José Menéndez, su papá, muchos se preguntan, ¿cómo era la relación de Kitty con ellos?
Los testigos describieron a Kitty como una persona errática, que usualmente abusaba de ciertas sustancias y que no tenía mucha paciencia o preocupación por sus hijos. Muchos comentaban que ella solo relataba sus éxitos, pero nunca contaba más allá de eso. Asimismo, en varias ocasiones la descubrieron siendo negligente con sus cuidados.
Erik y Lyle Menéndez la retrataron como una mujer perdía los estribos con facilidad; era común que arrojara cosas, gritara o les mencionara que se arrepentía de haberlos tenido.
Su relación con Lyle Menéndez era mucho peor
No obstante, pese que ambos hermanos sufrieron los malos tratos de su madre, quien se llevaba la peor parte era Lyle, el hermano mayor. No hay una respuesta concreta de por qué, pero varios testigos selañaron que era a quien menos “toleraba”.
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En un desgarrador testimonio, Erik Menéndez contó dos situaciones con su mamá y Lyle que lo hicieron entender ella no se preocupaba en lo absoluto por su hermano.
En una de ellas testificó que Lyle, a la edad aproximada de 8 años, quitó la palanca de freno del coche y éste se empezó a mover; Erick desesperado, a los 5 años, comenzó a correr a pedirle ayuda a su mamá. Kitty, en el teléfono, le pidió que esperara y fue mucho tiempo después a ayudar a su hijo.
En otra ocasión, Lyle también se lastimó con agujas en los pies, asustado gritó por ayuda y, nuevamente, Erick se dio cuenta y fue por su mamá. Una vez más estaba en el teléfono y se negó a colgar, terminó con tranquilidad la llamada y después ayudó.
Adicionalmente, se le interrogó a Erik si la relación con su mamá era diferente a la que ella tenía con Lyle, a lo que contestó, sin dudar, que sí durante el juicio que fue transmitido por Court TV.
“A ella le desagradaba (Lyle), lo detestaba. Había mucha tensión, a ella simplemente no le importaba...”, “Ella me decía cosas similares, pero era mucho más frecuente con Lyle. Todo el tiempo lo culpaba por cosas que él no hacía, le echaba la culpa para no meterse en problemas con papá. Simplemente, por la forma en la que trataba a Lyle, sabía que no le agradaba”.
A Kitty, pese a tener tratos similares con Erik, al menos se preocupaba por él. Ella misma le decía continuamente que era un mejor hijo que Lyle.
El testimonio de Lyle Menéndez
De igual forma, Lyle narró la forma que su mamá lo trataba: “Ella decía que la arruinaba su vida y me explicaba cómo lo había hecho.”
Siguió con sus declaraciones sobre cómo era que él “había arruinado su vida”:
“Me decía que ella no quería embarazarse, que mi papá la había obligado”, “Teníamos muchas discusiones de cuánto dinero se gastaba en el tenis, cuánto tiempo mi papá perdía por estar conmigo….”
De esta forma, confirmaba lo que su hermano decía y lo que otros testigos compartieron.
“Ella gritaba cosas, pegaba, decía que era un bastardo, maldecía mucho, ojalá no hubieras nacido, por qué no puedes parecerte más a tu hermano. Cuando intentaba hablar o contestar, ella me callaba diciendo que no me quería oír, que era un estúpido y me odiaba”. Este tipo de declaraciones, contó Lyle, las decía desde que tenía 7 años.
En otro testimonio agregó:
“Era aterrador y era confuso -continuó entre sollozos- solo no sabía por qué, solo explotaba, y tenías que caminar por la casa con cuidado porque ella podría ponerse así y podrías resultar herido, podría aventarte cosas; ella solía agarrarme cuando era pequeño y me sometía en el suelo...”
Las críticas a Ryan Murphy
Pese a estar en el número 1 de Netflix, las críticas han sido contundentes. El público está molesto con Ryan Murphy por tratar a los hermanos como villanos, cuando hoy en día son considerados víctimas de abuso infantil.
De igual forma, creen que la tensión que hizo que hubiera entre los hermanos estaba de más y la forma en la que, sobre todo, retrató de Lyle ha hecho que muchos salgan a su defensa.
En la serie se le muestra cómo una persona iracunda, cuando, en realidad es descrito como protector, tierno y hasta tímido.
