“La Casa de los Famosos México 2″ se ha convertido en el programa más visto del momento, capturando la atención de millones de espectadores semana tras semana. Sin embargo, el éxito del show ha venido acompañado de una serie de controversias, principalmente debido al comportamiento tóxico de algunos de sus participantes, desde el bullying hasta la misoginia.
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A pesar de esto, una figura ha emergido como favorita del público: Gala Montes, quien ha destacado no sólo por su simpatía y madurez, sino también por su capacidad para abordar temas delicados con sensibilidad y profundidad.
Gala, quien entró a la casa con una notable base de seguidores, rápidamente se ganó el cariño de la audiencia. Su trayectoria en el show ha estado marcada por su complicidad con Briggitte y Karime, además de por su actitud empática y su capacidad para enfrentar situaciones difíciles con gracia y sensatez.
A pesar de un episodio complicado antes de ingresar al reality, en el que tuvo una pelea con su madre, la actriz ha demostrado una notable evolución personal dentro del programa. La forma en la que ha manejado las dinámicas del grupo la han colocado como una de las posibles finalistas y una plática reciente con la cámara 24/7 lo reafirmó.
Gala Montes habla de su pasado con actitudes compensatorias
Uno de los momentos más impactantes de Gala dentro de la casa ha sido recientemente, cuando habló abiertamente sobre su lucha con los trastornos alimenticios y la dismorfia corporal, un tema con el que muchas personas lidiamos.
Mientras estaba en la caminadora, la actriz relató cómo, en una ocasión, durante la grabación de una telenovela, le dijeron que estaba “gorda” a pesar de pesar mucho menos de lo que pesa actualmente. Esta crítica injusta la llevó a desarrollar una relación tóxica con la comida y el ejercicio, comenzando a practicar lo que ella describió como “actitudes compensatorias”.
“A mí una vez, en una novela que hice, me dijeron que estaba ‘gorda’, pesaba muchísimo menos de lo que peso ahorita. Ahí me traumaron, me traumaron mucho. Empecé a tener problemas con la comida, con el ejercicio,” aseguró.
Posteriormente, Gala explicó que estas actitudes compensatorias consisten en comer en exceso después de periodos de restricción severa, seguidos por intentos de “compensar” mediante el ejercicio excesivo o el ayuno, lo cual resulta perjudicial para la salud física y mental.
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Para superar este problema, la actriz comenzó a asistir a terapia, lo que le permitió reconstruir su relación con su cuerpo, la comida y el ejercicio de una manera más saludable. Asimismo confesó que algunos de sus compañeros en la casa tienen este tipo de actitudes y que por su salud mental, prefiere alejarse.
“Por el medio siempre estoy conviviendo con personas que están obsesionadas con el físico como Agustín, fíjense como come algo y en automático empieza a decir que es un cerdo. Briggitte también lo tiene, Karime también lo tiene. Yo huyo de esos comentarios, porque para mí la comida es combustible, es gasolina.”
La valentía de Gala ha sido aplaudida en redes sociales
Lo relatado por Gala ha resonado con internautas que enfrentan luchas similares y logró generar empatía con quienes no conocían el tema, dándole visibilidad y recordando lo importante que es no juzgar los cuerpos ajenos.
La actriz subrayó la importancia de buscar ayuda profesional y advirtió sobre los peligros de obsesionarse con estándares de belleza inalcanzables y culminó con un poderoso consejo: “Les aconsejo no meterse ahí”, refiriéndose a los comportamientos autodestructivos en la búsqueda de la aprobación de los demás o de ideales de belleza irreales. Este mensaje de autoaceptación y cuidado personal ha resonado fuertemente con la audiencia, consolidando aún más su posición como una de las favoritas del público.