La actriz Bárbara Mori habló sin tapujos de algunos momentos tormentosos de su vida, pero también de sus proyectos. Fue en el programa “Netas divinas” que se sinceró. Ella estaba promocionando su último trabajo: “Las azules”, una serie que se estrenó el pasado 31 de julio y cuenta la historia de cuatro mujeres, que en la década de 1970, se unieron al primer cuerpo policial femenino de México.
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Mori, de 46 años, habló de su icónico personaje “Rubí”, que le dejó una inigualable enseñanza, pues aunque la consideraba una “mala influencia”, sus fanáticos la amaron, quizá por representaba cierta parte de cada uno de ellos o que ya estaban cansados de ver siempre la misma trama, en la que la protagonista es la buena.
“Rubí era una mujer que no tenía límites, pasaba por encima de todo y exageraba bastante, pero al final era una mujer que usaba su voz, que ponía límites, que decía lo que pensaba y eso empoderó a muchas mujeres a poder usar su voz”, describió con nostalgia la artista.
Pero, esto no lo aprendió durante las grabaciones, sino con el pasar de los años y gracias a una fanática: “Yo me enteré muchos años después, cuando una señora me dijo: ‘Mi hija se llama Rubí por ti’, y yo: ‘No señora, es una mala influencia’ y me dice: ‘No, todo lo contrario, Rubí nos ha enseñado mucho a las mujeres’. Yo nunca lo había visto así y me pareció hermoso”, recordó.
“Puse todo mi valor en el mundo exterior”
Bárbara habló desde lo profundo de su corazón y demostró que es tan igual como cualquier de sus seguidora, con temores y defectos que muchos piensan no tienen debido a su inigualable belleza. Las conductoras de “Netas divinas” le preguntaron si en alguna oportunidad le ha preocupado lo que piensen de ella.
“Siempre me preocupó, de hecho, toda mi vida me preocupó mucho. Yo crecí con la necesidad de tener la aprobación del mundo exterior porque yo no me aprobaba a mí misma. Siempre puse toda mi valor en manos del mundo externo, y me hizo mucho daño. Me tomé tiempo para construir el amor propio”, confesó.
Pero, eso no fue todo, porque agregó: “Gracias a Dios hoy tengo un amor que me ayuda a sobrevivir en este mundo cruel todos los días y, aún así aunque tengo amor propio, herramientas, he transformando mucho mi vida y cada vez el juicio externo ha importado menos en mi vida, siempre está a mi lado, latente y siempre tratando... Bueno, yo con mi personalidad perfeccionista estoy tratando de hacer las cosas bien”.
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Mientras ella confesó eso, algunas internautas solo se centraron en su apariencia: “Dónde está su otro arete” y “La ceja ¿qué?”. Efectivamente, a la actriz le faltaba un arete, pero parece que para algunos resultó más trascendental que el mensaje que dio.
Mas también fue elogiada: Los años no pasan en ella, sigue guapísima”,”que, maravillosos de mujer ya es muy especial” y " Es un mundo cruel con ella porque el mundo se siente intimidado con su belleza e inteligencia”.