El distanciamiento de la familia real del príncipe Harry y Meghan Markle trajo varias consecuencias, entre ellas quedar fuera de las listas de invitados a las bodas de sus amigos y otros eventos de la élite inglesa y estadounidense.
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El medio británico Daily Express confirmó con una fuente cercana a los duques de Sussex el hecho de que la exiliada pareja cada vez se encuentra siendo más relegada por su círculo cercano y se han refugiado en eventos con sus amigos más cercanos que están en Estados Unidos.
La alta sociedad inglesa, según la misma fuente, alega que la pareja es excluida deliberadamente de las listas de invitados por temor a que ellos también puedan ser manchados “con el mismo pincel” de la deserción.
“Existe un temor genuino de que si los Sussex son invitados a una boda o un bautizo, esa familia podría quedar excluida del circuito social, lo que sería uno de los mayores errores imaginables”, destaca la fuente al diario.
El apodo que incomodan a Meghan y Harry
Por esta situación a Meghan y Harry los nombran como “Los no invitados” o “los ininvitables”, apodo que supuestamente les molesta a ambos, aunque ni el príncipe ni la ex actriz se han pronunciado al respecto.
“Al parecer, nadie quiere estropear las cosas con la realeza y preferiría invitar a un miembro de la familia real que a los Sussex emigrados. No es una situación fácil para los involucrados”, señala la revista alemana Bunte.
Reseña la revista Vanidades que entre los eventos sociales más importantes de la realeza de la cual ha sido excluida la pareja, está la boda del duque de Westminster, Hugh Grosvenor, con Olivia Henson, la cual se celebró en junio pasado.
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La exclusión se dio a conocer a principios de este año, sin embargo, meses más tarde, para apagar los comentarios, el Daily Express reveló que había sido Harry quien rechazó la invitación, después de descubrir que su hermano, el príncipe William, iba a asumir un papel principal.
El príncipe Guillermo terminó siendo acomodador en la boda celebrada en la catedral de Chester, lo que se dice dejó a Harry “furioso”, según afirma el medio británico.
