Publicada originalmente en 2016, la novela romántica de Colleen Hoover finalmente tiene su propia adaptación, dirigida por Justin Baldoni (Jane the Virgin) y protagonizada por Blake Lively (Gossip Girl). La historia se centra en Lily Bloom (Lively), una joven que lucha por seguir adelante con su carrera y su vida amorosa después de la muerte de su padre, de quien no puede decir una sola cosa positiva. ¿La razón? Que era un hombre violento cuyas acciones en contra de la madre de Lily la definirían en muchos sentidos a lo largo de su vida.
Es entonces cuando conoce a Ryle Kincaid (Justin Baldoni), un encantador neurocirujano por quien desarrolla sentimientos al instante, después de tener una conversación espontánea en una azota, en un momento de vulnerabilidad.
Aún cuando ella está completamente cerrada al amor, se da una oportunidad con él. Y mientras que de principio todo pinta para ser una historia romántica que te hace suspirar por su relación, las cosas dan un giro inquietante después de que Lily se reencuentra por casualidad con Atlas (Brandon Sklenar), su gran amor de la adolescencia, lo que comienza a revelar la verdadera personalidad de Ryle.
Los recuerdos con Atlas, así como de la vida que tenía en casa con sus padres, se convierten en aquello que le hace ver a Lily que su presente es mucho más sombrío de lo que cree. Sin embargo, pese a ser consciente de ello, salir de ahí no será tan fácil.
Una historia sobre el impacto del trauma en las relaciones
‘Romper el círculo’ es un drama por donde se le vea y si bien el libro ha dividido opiniones entre quienes consideran que romantiza el abuso y quienes lo ven como una mirada muy honesta de lo que es ser una víctima, la cinta resulta ser una adaptación con la que no resulta difícil sentirse afectado por el impacto emocional de la historia de Lily.
Es difícil no enamorarse de Ryle a medida que ella lo hace. Desde el inicio, la conexión entre ambos parece mágica y prometedora; parece ser la personificación de todos los ideales románticos con los que todas hemos soñado. Pero he ahí la trampa que te hace dudar de tu propio juicio ya que esperas que la historia de amor siga un camino feliz, al tiempo que te expones a la dura realidad del abuso que muchas mujeres enfrentan.
El amor idealizado puede ser engañoso y el ciclo del abuso puede ser difícil de romper. A través de Lily, vemos la lucha de alguien que ha sido víctima de abuso, incluyendo la confusión, la culpa, y el miedo a repetir patrones destructivos.
En este sentido, el equipo que han hecho Hoover como autora, con el guión de Christy Hall, la dirección de Baldoni y el protagónico de Lively, es brillante. En un momento en el que las comedias románticas han resurgido, ‘Romper el círculo’ prueba que también necesitamos de los melodramas basados en libros que nos llevan por una montaña rusa de emociones.
Es imposible no sucumbir ante Blake Lively y el brillo que destila en cada escena. Con su presencia cálida e instintiva, aporta una profundidad emocional notable al personaje, además de que la química que tiene con sus dos co-protagonistas masculinos es sumamente efectiva. La conexión entre Lively y estos personajes no sólo añade una capa adicional de autenticidad a la narrativa, sino que también enriquece la experiencia del espectador, haciendo que cada interacción sea palpable y real.
Jenny Slate, quien se une al elenco como la mejor amiga de Lily, aporta una dinámica fresca y encantadora a la historia, al tiempo que se convierte en un alivio cómico -con sentido- entre toda la tensión.
Por su parte, la elección de Isabela Ferrer como la versión joven de la protagonista, resultó una elección física extrañamente perfecta, al capturar tanto las características físicas como emocionales de Lively. Del mismo modo, Alex Neustaedter, quien representa a Atlas en su versión adolescente, ha sido un acierto encantador.
¿Vale la pena ver ‘Romper el círculo’?
Sí. Aunque el libro de Colleen Hoover es una lectura altamente recomendada, puedes ver la cinta sin problema alguno y conectar con la historia. Los personajes están retratados con una complejidad que permite explorar sus luchas internas y su evolución de manera auténtica. Además, resulta una invitación a poderosas reflexiones sobre la idealización del amor, la resiliencia y la búsqueda de ayuda, al tiempo que te enfrenta a la dura realidad del abuso.