La realeza británica ha quedado convulsionada desde que el príncipe Harry decidió renunciar a sus títulos reales junto a su esposa Meghan Markle y con ello acusar a distintos miembros de su familia por presuntamente haber tenido comentarios racistas contra la ex actriz, además, de las continuas discusiones con Kate Middleton y el príncipe William.
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Sus palabras han sido consideradas como una traición para la corona británica lo que causó el quiebre entre los ex duques de Sussex con los príncipes de Gales, es por ello que Kate Middleton se estaría asegurando de que la historia de su cuñado no se repita entre sus hijos: el príncipe George, Charlotte y Louis.
Son muchos los comentarios negativos que ha enfrentado Louis, el hijo menor de los futuros reyes de Inglaterra, por su comportamiento en los eventos reales donde ha realizado algunos gestos divertidos sin intenciones de cumplir los protocolos que rigen a su familia, mientras que sus hermanos han cumplido al pie de la letra con dichas obligaciones, por lo que muchos aseguran que será él quien siga los pasos de su tío.
Así ha educado Kate Middleton a sus hijos
Para nadie es un secreto la estricta crianza que mantienen los miembros de las distintas casa reales, pero Kate Middleton se ha encargado de marcar su esencia en la vida de sus hijos, para asegurarse que no ninguno de ellos se sienta desplazado o como un “repuesto” como lo ha dicho el príncipe Harry.
Según expresó la la que fuera corresponsal real de la BBC, Jennie Bond, a la revista ‘OK!’, los príncipes de Gales han adoptado un enfoque más moderno para criar a su familia asegurándose de ser “mucho más cercanos y mucho más normales” en comparación con la educación que recibió el rey Carlos III, William y Harry.
“Está muy bien repetir el mantra real de que el ‘deber’ es lo más importante. Pero si se pregunta a la gente ‘normal’ cuáles son sus prioridades, no me cabe la menor duda de que casi el cien por cien de las personas diría que la familia. La familia es lo que cuenta por encima de todo”, mencionó.
Todo parece indicar que los monarcas se han encargado de que sea el amor lo que prevalezca entre ellos y sus hijos por lo que “envueltos en una burbuja de amor”.
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“La difunta Isabel II tenía enormes responsabilidades cuando era una joven madre y se convirtió en monarca, como así fue, con solo 25 años. Carlos y Diana estaban preocupados hasta cierto punto por el desastre en que se había convertido su matrimonio y, como la mayoría de los hijos de una familia desestructurada, Guillermo y Harry sintieron las repercusiones”, agregó.
Middleton estaría “reproduciendo su propia infancia feliz y estable” al apostar por “no gritar nunca, escuchar siempre sus quejas y rabietas, y permitirles expresar libremente sus sentimientos y enfados”.
