La final de la Copa América, que se desarrolló este domingo 14 de julio en el Hard Rock Stadium. Las selecciones de Argentina y Colombia se enfrentaron para ganar el máximo título de fútbol en el continente americano. Todo estaba pautado para iniciar a las 8:00 pm (hora local), pero los disturbios que se generaron afuera del recinto al momento de la entrada de los aficionados generó pánico, heridos y retraso.
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Los jugadores estaban preocupados, pues sus familiares no habían ingresado al estadio y expresaron que no saldrían a la cancha hasta tanto no se garantizara la seguridad a sus esposas, hijos, padres y demás allegados. La incertidumbre se apoderó del lugar, pero finalmente, los ánimos se calmaron y las selecciones salieron al terreno de juego.
Cada una iba encabezada por sus capitanes: James Rodríguez, por Colombia; y Lionel Messi, por Argentina. Sus rostros reflejaron molestia y nervios. Pero, la euforia por ganar se apoderó por el partido que mantuvo en vilo a millones de fanáticos, pues el duelo de los rivales se extendió más allá de los 90 minutos reglamentarios, luego de que el marcador quedó empatado 0-0.
Para lograr un ganador, fue necesario disputarse el extra tiempo de 30 minutos, en los que la competencia estuvo reñida. Los sureños se quedaron sin su capitán, pues Messi, poco antes de finalizar los primeros 45 minutos de la final, se lesionó. Sin embargo, al empezar el segundo tiempo, ingresó de nuevo a la cancha.
Lamentablemente, no pudo jugar como lo deseaba y en el minuto 64 minutos debió abandonar la cancha. Desde la banca vio cómo Lautaro Martínez le dio la victoria a Argentina un tanto a cero en el marcador y se alzaron con la copa.
El llanto de Messi que conmovió a todos
Messi, a sus 37 años, no contuvo todo el sentimiento que tenía reprimido, y desde la banca se echó a llorar intensamente. Su pie derecho estaba bastante inflamado tras doblárselo, pero más allá de la preocupación por su bienestar, era la nostalgia de “dejar a sus muchachos”.
“Leo nació para estar en una cancha de fútbol. No quiere salir nunca porque no quiere abandonar a sus compañeros”, declaró el seleccionador argentino Lionel Scaloni. Messi lloró desconsoladamente, algunos momentos tapó su rostro, pero la gran parte no reprimió nada y simplemente dejó que las lágrimas corrieran por su cara.
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Esto fue un gran ejemplo que él dio no solo a sus tres hijos: Thiago, Ciro y Mateo, que estaban fuera de la cancha, sino a las millones de personas que fueron testigos de su tristeza. La puericultora Brenda Troccoli, especialista en familias, apego y desarrollo infantil, brindó su punto de vita lo importante que fue este gesto del futbolista, quien además es un ejemplo a seguir para millones de niños que lo admiran.
“Debemos trabajar FUERTEMENTE en criar masculinidades que puedan expresar sus emociones. Lo que no se expresa te oprime, lo que te oprime te presiona, la presión no se aguanta toda la vida: la presión te hace explotar. 💥Que padres varones e hijos varones que históricamente tuvieron prohibido el llanto vean esto, para mí, es ganar”, escribió la coach en su Instagram.
Algunos mensajes la respaldaron: “Quiero corregir a un periodista que dijo: ‘Llora como un niño”. No, señor, llora como un ser humano, un adulto que muestra sus emociones”, “Gracias CAPITÁN, por mostrarte vulnerable, orgulloso de tu bandera, fuiste el gran ejemplo de esta generación”, y “Demostró que todos somos mortales y que ¡los grandes también deberían aprender eso! Llora, siempre se llora, no importa si sos hombre o mujer”.