El príncipe Harry y Meghan Markle se conocieron en julio de 2016. Fue amor a primera vista, pues en su segunda cita el propio Duque de Sussex supo que su relación iba en serio con la actriz, según escribió en sus memorias “Spare”.
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Aseguró Harry en su libro que Meghan estaba de paso en Londres y una amiga en común, Violet von Westenholz, les organizó una cita a ciegas. Unas semanas más tarde, Harry la convenció para irse de acampada cinco días a Botsuana, solos, bajo las estrellas. Allí comenzó la historia de amor de esta pareja.
El 27 de noviembre de 2017, mediante un comunicado público desde Clarence House, el entonces príncipe Carlos anunció el compromiso matrimonial entre el príncipe Enrique y Meghan, quienes contrajeron nupcias el 19 de mayo de 2018 en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
Desde ese entonces, con sus altas y bajadas, la pareja se ha mantenido unida, convirtiéndose en uno de los matrimonios más polémicos, pero también más populares del Reino Unido, de donde se exiliaron en 2020, tras renunciar a sus compromisos con la Corona.
¿En Estados Unidos no lo quieren?
Según la revista Vanidades, la fama de los ahora duques de Sussex no se acota únicamente a la nación del príncipe Harry, sino que su relevancia también predomina en Estados Unidos, donde ahora residen en el área de Montecito, California, junto con sus dos pequeños hijos: el príncipe Archie y la princesa Lilibet.
Pero los roles en Norteamérica, según los expertos, parecen invertirse para Harry y Meghan, ya que el monopolio mediático de la relación es acaparado por ella, lo cual ha provocado que los medios de comunicación le hayan otorgado un humillante y cruel apodo al benjamín del rey Carlos.
Según reportes de la prensa local estadounidense, se puede detectar un claro patrón: la forma en la que se refieren al príncipe Harry en los escritos.
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“El esposo de Meghan Markle”, ese es el apodo que la prensa norteamericana le ha otorgado al duque de Sussex, quien al parecer es mucho menos famoso que su esposa en la nación donde ahora reside.
Destacan que la situación causa gracia, tomando en cuenta que más que el “marido de la protagonista de Suits”, ahora el pelirrojo príncipe es oficialmente un residente de Estados Unidos, de acuerdo con documentos revelados por el Registro Mercantil, los cuales muestran que el duque se siente más estadounidense que nunca, mientras que, en realidad, los nativos muestran cierto rechazo hacia él.
Una popularidad en caída
Recientemente la popularidad de Harry cayó abruptamente. Según cifras de la encuesta de Redfield y Wilton para Newsweek, la popularidad del príncipe Harry en Estados Unidos cayó en picada 48 puntos desde diciembre de 2022 hasta mediados de febrero de 2023, lo que se traduce en un índice de aprobación neto de -10.
Según el sondeo, durante el mismo periodo Meghan Markle consiguió una caída menor de 40 puntos, pero como ella empezó siendo mucho menos popular que su marido entre los encuestados, su descenso aún se tradujo en un índice de aprobación neto de -17.
Tales datos, al final de cuentas, demuestran que ninguno de los dos royals es la celebridad más querida en Estados Unidos.
