La segunda parte de la tercera temporada de la serie Bridgerton, transmitida por Netflix, ya está disponible y revela todas las incógnitas que quedaron pendientes en la primera, cuando Colin Britdgerton (Luke Newton) por fin asimila su amor por su mejor amiga Penélope Featherington (Nicola Coughlan) y tras confesarlo, consuman su amor dentro del carruaje en el que se trasladan y él le pide matrimonio.
Ahora en la segunda parte, llegar al altar parece estar amenazado por el secreto de Penélope, quien se ve entre la espada y la pared, presionada por Eloise, para confesar a Colin que ella es en realidad Whistledown. Él sabe toda la verdad sobre minutos antes de la boda, lo que lo devasta por completo y afirma que jamás se lo perdonará.
Son cuatro episodios llenos de mucho drama pasión y lecciones. Por fin, Penélope logra caminar al altar. La iglesia está decorada con los colores que siempre marcaron la vida de las Featherington: amarillo, verdes pálidos y azules, y en medio de todo aparece la menor de las Featherington tomada de la mano de su madre.
Penélope lucía bastante sencilla, pero glamorosa. Un vestido rosado suave en seda, liso, sin encajes ni estampados, en corte imperio, acompañado con guantes cortos, nada relacionado con los que usaron Daphne y Edwina en la primera y segunda temporada. Pero, esto fue hecho con un poderoso propósito que reveló la misma Jess Brownell, productora ejecutiva de la serie, a la revista Glamour.
“Nuestro diseñador de vestuario, John Glaser, diseñó una silueta muy sencilla para Penélope que, en cierto modo, era un guiño a su condición de poderosa mujer de carrera. No es muy exigente en ese momento. Es una silueta muy fuerte”, indicó Brownell.
Además, agregó que lo que le pareció más poderoso y admirable de la temporada fue el discurso final que dio Colin sobre su esposa: “Si mi único propósito en la vida es ser el hombre detrás de la mujer, que así sea”. Para la productora es “sobre todo como mujer de carrera, la cosa soñada que quieres que alguien te diga”.
Pero los temas que sonaron durante la trama de Penélope y Colin, tampoco fueron al azar, ya que eligieron “Yellow”, de Coldplay, ya que es un guiño a los amarillos de Featherington y a sus colores. Mientras que la “You Belong With Me”, de Taylor Swift, fue para honrar a ese amor que siempre se estuvo gestando.