Ya han pasado 21 años desde que Cupido flecho a los ahora príncipes de Gales, William y Kate Middleton. Ahora ellos han madurado en una relación que ha pasado por algunas pruebas duras, siendo el cáncer que padece Kate, el más desafiante de todos, pues se sometió a una cirugía al iniciar el año en medio de un escándalo de presuntas infidelidades por parte del hijo mayor del rey Carlos.
Pese a que se rumoró que tuvo una aventura con Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley y quien fue amiga de Middleton, ahora William está dedicado a la princesa, por lo que solicitó una pausa en sus responsabilidades dentro de la realeza para estar a tiempo completo con ella y darle los cuidados que necesitaba.
Todo apunta a que el amor aún persiste. Todo comenzó como un simple amistad y compañerismo en el 2001, pues compartieron alojamiento en la Universidad de St. Andrews, donde ambos estudiaron Historia del arte, pero pasaron dos años para que la chispa de la atracción apareciera y se fortaleciera. En el 2003 los dos fortalecieron su vínculo cuando comenzaron a vivir en una casa compartida con otros amigos durante su segundo año de carrera.
Como era de esperarse, siempre fueron muy discretos, pero hubo algunas acciones que los ayudaron a mantener en las sombras. Una de estas es que la universidad está un poco retirada, ya que está ubicada en el pequeño pueblo de St Andrews, esto permitió que la prensa no tuviera tanto acceso a su vida diaria dentro del campus.
A esto se le sumó, que la corona británica tiene un acuerdo con los medios medios comunicación en el que se estableció que debía respetar la privacidad mientras los miembros de la realeza cursen sus estudios universitarios. De acuerdo con el medio de comunicación de los Países Bajos, ‘The Royalty’, citado por el medio español Lecturas, Kate y William contaron principalmente con la discreción de sus amigos para que no se filtrara al público.
Primero ellos compartieron como compañeros de clases y tras mudarse a una casa en común, se convirtieron en novios, por lo que nadie sospechó algo, ya que los otros estudiantes también ayudaron a encubrirlos. Pero, no todo quedó ahí, ya que también bautizaron a William como un seudónimo para no alertar a otros fuera del círculo social.
Steve, era el nombre con el que se referían al príncipe. Y finalmente, cuando ellos frecuentaban lugares públicos o donde hubiera personas ajenas a sus amigos, llegaban por separado y a diferentes horas. Además, ya formalizada la relación, solían viajar a lugares donde la prensa no tenía acceso, como la casa de campo de la familia de Kate, en Bucklebury.
Fue tres años más tarde que se oficializaron a la prensa su relación, cuando asistieron juntos a la boda de Laura Parker Bowles, la hija de Camilla Parker Bowles, ahora reina consorte.