Aunque Camila Parker logró convertirse en reina consorte, le sigue persiguiendo el fantasma de haber sido la amante del Rey Carlos III cuando este estaba casado con Lady Di, por lo que el rechazo aun es protagonista en su vida, en especial, dentro de los seguidores de la recordada princesa.
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Si bien la monarquía británica está atravesando un difícil momento ante los problemas de salud que presentan el monarca y Kate Middleton, diagnosticados con cáncer, y ha sido Camila la encargada de dar la cara en varias oportunidades, ahora han sacado a flote una información de su pasado que estaría causando vergüenza dentro de las filas reales.
La presunta adicción de Camila Parker a las drogas
Camila Parker ha ido fortaleciendo su imagen conforme han pasado los años y aunque su aceptación ha tenido grandes aumentos, cada tanto aparecen nuevos detalles de lo que fue su romance con Carlos III y hasta de su vida privada que vuelven a opacarla públicamente.
Recientemente, a través de EnBlau de ElNacional.cat. Han realizado una fuerte revelación sobre Parker pues aseguran que en su juventud lidió fuertemente con adicciones a las drogas situación que ha causado indignación dentro de la sociedad más conservadora del Reino Unido, al tratarse de la mujer que ahora representa a la corona.
Según comentaron las declaraciones vendrían directamente de un familiar lejano de Carlos III y dicho momento habría sido en la década de los años 60. Sin embargo, la fuente consultada no explicó de cual droga se trataba, además, no está confirmado que dichas acusaciones sean realmente verdaderas, por lo que podría tratarse de una falsa acusación.
Pese a que no han aparecido pruebas concretas, la noticia ha abierto un debate en redes sociales entre quienes critican a Camila y quienes la defienden en medio del alboroto, pidiendo respeto a su imagen.
Pese a ello la mujer de 76 años se ha convertido en una de las mujeres del momento al dar la cara por la royal family y demostrar su lealtad en medio de las adversidades.
Y es que mucho se ha especulado no solo de su vida, sino también de la enfermedad que padece el hijo de la reina Isabel II, pues incluso en los últimos días se rumoreaba sobre una posible muerte, situación que desde el Palacio de Buckingham han decidido desmentir y de a poco el Rey ha ido retomando su agenda real.