En los últimos años, Netflix ha apostado por producciones internacionales que brillan por sus historias y cinematografía. Éstas han ganado una popularidad cada vez mayor entre los amantes de las películas y series pues ofrecen algo diferente a lo que Holywood nos ha acostumbrado. Dentro de esta gama de producciones se encuentran los famosos koramas, las series alemanas de true crime, los thrillers franceses y los dramas noruegos, siendo estos últimos algo que ha llamado la atención en gran medida.
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Las series noruegas suelen destacarse por sus guiones inteligentes y bien escritos. Estas producciones suelen abordar temas profundos y complejos, como el amor, la pérdida, la traición y la redención, con una sensibilidad y un realismo que resuena con el público.
Además, los personajes están ricamente desarrollados y tienen motivaciones creíbles, lo que hace que sea fácil para los espectadores conectarse con ellos y empatizar con sus luchas.
Es justamente un drama noruego el que actualmente se encuentra entre los primeros lugares del Top 10 semanal de Netflix, en el cual se revelan los titulos con mayor audiencia. Se trata de ‘Midsummer Night (Noche de San Juan)’ y promete mantenerte sin aliento de principio a fin.
¿De qué trata ‘Midsummer Night’?
‘Midsummer Night’ no es una adaptación de la famosa obra de Shakespeare, sino una historia inspirada en la tradicional celebración de pleno verano (o midsommar) que tiene lugar en junio, celebrando el apogeo del día más soleado del año.
La serie sigue a Carina (Pernilla August) y Johannes (Dennis Storhøi), quienes han estado casados durante 30 años, pero en medio de su fiesta de verano, deciden contarles a sus familiares y amigos su mayor secreto que han mantenido oculto durante años.
Uno a uno, los invitados van llegando a la celebración. Incluye a las hijas de Carina y Johannes, Hanne y Helena (Sofia Tjelta), y a la hija de Johannes de su primer matrimonio, Petronella (Maria Agwumaro). Darius llega con sus padres, Tabur (Kadir Talabani) y Jannike (Linn Skåber), además de su hermano Robert (Eirik Hallert), que era amigo de Helena. Luego están el hermano de Johannes, Håkan (Christopher Wollter), y su novia, mucho más joven, Sara (Fanny Klefet), que llegan en un barco.
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Un enredo familiar digno de un drama
Los primeros treinta minutos de la serie limitada nos sumergen en una compleja trama familiar. Nos presenta a Carina y Johannes, una pareja casada desde hace cuarenta años, con dos hijas adultas y una tercera hija que es parte de la familia pero no del todo. La relación de Carina con su vida se convierte en el foco central, ya que, al llegar a sus sesenta años, busca cambiar radicalmente su existencia para aprovechar al máximo el tiempo que le queda.
Sin embargo, la presentación inicial de los problemas de Carina resulta un tanto confusa. Aunque al principio parece aludir a un deterioro cognitivo, luego simplemente expresa su deseo de divorciarse y vivir como desee.
Esto plantea preguntas sobre la verdadera naturaleza de su situación y si el deterioro cognitivo fue real o simplemente un miedo a la monotonía. La trama también se ramifica hacia otras relaciones dentro de la familia, como la conexión de Johannes con Petronella y los problemas matrimoniales de Hanne con Lysander.
Aunque hay mucho por descubrir, la atmósfera acogedora y familiar de la casa frente al lago nos mantiene interesados y ansiosos por ver cómo se desarrollarán estas historias en el futuro de la serie
Creada por Per-Olav Sørensen, este drama familiar agridulce, al igual que las películas del autor, esta serie se siente más teatral, es decir, como una obra de teatro, donde sus personajes intelectualizan sus emociones para estar contentos con sus vidas en lugar de perseguir la felicidad convencional.