El actor Julián Gil vive uno de sus mejores momentos profesionales, pero en su vida personal una tristeza se mantiene perenne en su corazón, el no poder ver crecer y compartir con su hijo Matías, a quien tuvo con la actriz venezolana, Marjorie de Sousa, quien inició una disputa legal en su contra que ocasionó perdiera la patria potestad.
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Por las diferencias con la actriz, a Gil le ha tocado resignarse y no tener contacto con su hijo y aun así, cumple con el pago de la manutención que en Tribunales le han asignado.
Ya ha pasado mucho tiempo y el actor sigue su vida. Recientemente se convirtió en abuelo y eso lo hizo feliz y lo anunció con bombos y platillos y ha decidido soltar esta situación y dejar que el tiempo decida y “pedir a Dios” que en algún momento tenga la oportunidad de acercarse a su pequeño.
Está bien con su madre
Pese al conflicto con la protagonista de la telenovela Al otro lado del muro, Gil reconoce que Matías está muy bien cuidado y que no le falta nada, incluso amor por parte de su madre y los familiares que tienen el privilegio de estar cerca de él.
“[Marjorie de Sousa] tiene la patria potestad del menor y el derecho para poder hacer con el niño lo que quiera”, advirtió Gil a los medios de comunicación. “Es un niño que se ve que está feliz, que está muy bien criado”, reseñó la revista People.
Ante la posibilidad de que Matías esté dando los primeros pasos en el mundo artístico, dijo estar de acuerdo con la decisión y que considera que será un buen camino a seguir.
Hace unos meses, el pequeño Matías debutó en la televisión bailando al lado de su mamá en el programa Hoy, al respecto Gil destacó que le dará todo su respaldo si su vástago así lo decide en futuro. “Se lo merece. Y sí hay talento [adelante]. Guapo es (…) Lo que él haga, desde lejos o desde la distancia, lo voy a apoyar”.
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Abuelo feliz
Julián Gil experimenta una de las etapas más emocionantes para un hombre, el ser abuelo.
Su hija Nicole, con quien mantiene una muy buena relación, trajo al mundo a Oliver, quien tiene al actor feliz.
“Oliver ha sido una bendición, es un regalo de Dios, un regalo de vida para toda la familia. por todas las cosas que pasaron, y por lo fuerte también y lo duro que le tocó a Nicole vivir con su embarazo. En este momento, estamos muy felices y compartiendo todos los momentos lindos con él”.
