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“Cuestionamos las relaciones de poder de la belleza”: ‘Señorita 89’, más crítica y terrorífica en su segunda temporada

La serie que cuestiona a un ícono cultural latinoamericano como los concursos de belleza y el poder de la televisión vuelve en los años 90.

Señorita 89 segunda temporada
Señorita 89 segunda temporada

‘Señorita 89′ es ese lado oscuro del concurso de belleza que solamente tenemos en datos cocteleros en revistas de farándula: ese que cuenta historias de horror de reinas de belleza que sacrificaron lo uno, o lo otro, o se hicieron bajo los hombres que las dominaron (o se rebelaron) para conseguir un poco de brillo y así un poco de su poder en la sociedad de Latinoamérica.

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Y todavía. Así, con una exitosa primera temporada, las protagonistas Concepción (Ilse Salas), Jocelyn (Leidi Gutiérrez) e Isabel (Natasha Dupeyron), libran batallas contra la cosificación, el sexismo y el racismo en medio de un medio de comunicación que era todo y lo sigue siendo todo en la región: la televisión.

Así, con esta mirada oscura y crítica sobre el glamour, NUEVA MUJER COLOMBIA habló con Ángela Poblete, una de las productoras más respetadas de Latinoamérica, y productora del show, sobre todo lo que implica un programa como este en 2024.

Esta serie es muy interesante: en su contexto recuerda la historia de horror de la reina del Carnaval de Veracruz que terminó asesinando a sus hijos. ¿Cómo es que algo tan icónicamente cultural en América Latina llega a mezclarse con el terror y cómo se le da continuidad a esa historia?

En efecto nosotros que encontramos que el mundo, el universo de los concursos de belleza es una cartera muy fértil para encontrar muchísimas historias y luego iniciamos este proyecto con una investigación muy poderosa y encontramos mucho más de lo que esperábamos, como situaciones inesperadas que al día de hoy serían imposibles y que en esa época estaban completamente naturalizadas.

Y a partir de ahí comenzamos a crear personajes y una historia que creemos que es muy poderosa porque tiene dos componentes que son muy atractivos. Por un lado, como dices tú, es un thriller, no tanto terror, pero sí suspenso, mucho suspenso, mucho thriller, mezclado con un melodrama de naturaleza muy latinoamericana: tiene historias de amor imposibles, tiene personajes que te emocionan, pero al mismo tiempo te mantiene al borde del asiento, y eso convive con una relevancia social que presentamos.

Y esa es poder tratar temas relevantes de nuestra sociedad, no de manera aleccionadora ni discursiva, sino que puedes presentar al espectador para que él forme su propia idea de lo que éramos a filas de los 80 o principios de los 90 en este mundo del entretenimiento.

Aunque para los años 90 la televisión en Latinoamérica ya lo era todo. Ser estrella ahí era tener el mundo. ¿Cómo manejan esa transición entre décadas y esa importancia? Y sobre todo en un país como México, donde los que salen ahí suelen ser blanquimestizos.

Claro, eso es súper interesante. La segunda temporada se mantiene en el mundo de los concursos de belleza, pero profundiza y traslada al escenario, al universo de los canales de televisión, justo en la época del dinero dulce de la televisión, de la televisión mexicana y latina, donde la televisión abierta reinaba en una era dorada, donde mayoritariamente los ejecutivos, con un liderazgo muy masculino, relegaban a la mujer a un rol muy secundario.

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Por lo tanto, esta segunda temporada plantea una mirada crítica y muy descarnada a la corrupción, el acoso y todos los vicios de nuestro propio medio en esa época. Y es súper interesante, porque revela lo que estaba pasando en el camarín de lo que nosotros veíamos como algo tan espectacular.

¿Y cómo es crear una historia y darle una visión que resulte identificable para todo un continente?

Nosotros en esta temporada estamos muy agradecidos de haber contado con la dirección de Lucía Puenzo, que es una directora argentina con basta trayectoria, que le imprimió en esta serie un sello muy particular. Esto, creando una mezcla entre thriller y melodrama de alta calidad.

Y creo que el principal desafío es que en una época donde se está produciendo mucho en Méxic:  lograr un cast que congrega a las mejores actrices de este país, generando con eso una fórmula que es muy atractiva para esta segunda temporada. Entonces, creemos que la narrativa de esta historia liderada por Lucía va a conseguir que las personas maratoneen esta serie porque realmente está llena de giros y de... y de bueno, como tú dices, de mucha verdad.

Hay mucho producto cultural sobre el lado oscuro de los concursos de belleza. Comenzando por ‘Muérete Bonita’, con Kirsten Dunst. ¿Cómo trasladar esto a Latinoamérica y en particular, por qué destacamos en este aspecto?

Ay, qué interesante tu pregunta. Yo tengo la sensación de que lo que nosotros hicimos fue una investigación muy profunda, no solamente de material de archivo de la televisión latina y de los concursos de belleza, sino que también entrevistamos a muchas misses y a mucha gente que trabajaba en esa época en la televisión.

Y, en particular en estos concursos para poder recrear no solamente un universo de concursos de belleza que es, como tú dices, de carácter global y sentarnos en las problemáticas latinoamericanas.

¿Cómo fue el proceso también para recrear ese maximalismo glamuroso de esa época? ¿Esa estética latina tan amante del brillo?

Se hizo un trabajo de investigación súper estudiado y muy bonito. Cada uno de los trajes están hechos a mano con un equipo de diseño increíble, todo lo que tiene que ver con las escenografías de la época, la recreación de la época, está casi hecho exactamente igual a fotogramas que teníamos de la realidad.

Entonces, es muy interesante, porque creo que uno de los grandes desafíos de la serie es que como este es un universo que está en la retina del espectador, debíamos recrearlo muy fidedignamente para que este universo fuera verosímil. Y creo que lo conseguimos a través de muchos estudios y de  una preproducción muy poderosa.

Y ¿cómo fue darle continuidad a los crecimientos tan complejos de los personajes y seguir adentrándonos en su universo?

Lo más fácil y lo más limpio para una segunda temporada hubiera sido ser Señorita 90 y empezar de nuevo con nuevas chicas, pero nos parecía que habíamos creado un universo tan rico y los personajes eran tan atractivos y habían empezado a ser tan queridos por la audiencia, que nos pareció que lo más interesante era poder enfrentar a nuestras propias misses, a nuevos desafíos y nuevos retos.

Y en este caso lo que hicimos fue crear un universo donde estos personajes que en la primera temporada se enfrentaban con mucha inocencia y mucha ilusión a lo que era este concurso y hoy día son chicas mucho más empoderadas que se enfrentan a monstruos mucho más grandes que en la primera temporada. Por lo tanto, lo que hay en esta segunda temporada es doblar directamente la apuesta de la primera.

Actualmente hay un cambio cultural en cuanto a los concursos de belleza, aunque se siguen glorificando en redes sociales. ¿Cómo interpretar con la serie este momento?

Creo que tenemos un visión y lo que hacemos es plantear temas relevantes sin decirle al espectador lo que tiene que pensar al respecto: lo que hacemos es cuestionar los poderes de belleza hegemónicos, las relaciones de poder,  el rol de la mujer en el espectáculo y poner sobre la mesa estos temas para que las personas puedan, a través de un diálogo, de una reflexión, a posteriori formarse su propia opinión.

Creo que nosotros sí tenemos una visión y una mirada y una crítica, pero finalmente no estamos anteponiendo el discurso a la narrativa de la serie.

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