Las películas de romance son muy populares entre los usuarios de Netflix en Latinoamérica. Por eso, cada tanto, al menos una cinta del género logra colarse entre las más vistas en países de la región.
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La última en entrar a la lista de más reproducidas en algunas naciones latinoamericanas es En nombre del amor, un drama romántico estadounidense que Benjamin Walker y Teresa Palmer protagonizaron.
Estrenada durante el año 2016, el largometraje dirigido por Ross Katz sigue a Travis Shaw, un veterinario que parece tenerlo todo y vive la vida al máximo, pero se resiste a la idea de enamorarse.
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El protagonista ha pensado toda su vida que las relaciones serias son un estorbo para su estilo de vida despreocupado. No obstante, todo cambia cuando conoce a su nueva vecina, Gabby Holland.
Ella es una estudiante de Medicina que tiene planes a largo plazo con su novio. Su relación comienza con el pie izquierdo, pero Shaw intenta mostrarse como un buen vecino y todo parece mejorar.
Tras una serie de eventos inesperados, se embarcan en una aventura amorosa que da un giro a sus vidas, pero llega el instante en el que el amor surgido entre ellos parece tener que llegar a su final.
A causa de lo verosímil y universal de la historia que narra esta película, algunos han llegado a preguntarse si no estará basada en hechos reales como tantas otras producciones de este género.
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¿En nombre del amor se basa en una historia real?
La verdad es que no, En nombre del amor no se basa en una historia real. El largometraje en realidad es una adaptación cinematográfica de la novela homónima del escritor Nicholas Sparks.
El libro, titulado The Choice en inglés, es una obra totalmente ficticia creada por el autor estadounidense. Su publicación fue en 2007, por lo que pasaron casi 10 años antes de saltar al cine.
Sobre su inspiración para escribir esta historia de amor, el novelista confesó en su ciberpágina oficial que fue su novela más reconocida la que lo llevó a la creación de esta trama: Diario de una pasión.
“Hoy en día, estoy bastante seguro de que cuando la gente mire hacia atrás en mi carrera, Diario de una pasión será siempre la primera obra por la que se me conozca. Esto no me molesta en absoluto, por cierto”, contó.
“Estoy orgulloso de esa novela por muchas razones diferentes, pero eso no significa que acepte plenamente el hecho de que nunca escribiré una novela que sea aún más conocida”, exteriorizó en el escrito. “Aun así, había algo mágico en la historia”.
“Después de terminar Querido John, me propuse capturar al menos un poco de esa magia una vez más, aunque sólo fuera para demostrar que no había olvidado por qué la gente empezó a leer mis novelas en primer lugar” continuó. “En nombre del amor fue el resultado de esos esfuerzos”.
Sparks además compartió en su sitio parte del proceso que atravesó para la creación de este libro.
“Una vez más, como en todas mis novelas, una de las preguntas a las que primero debo responder cuando intento concebir una historia es el ‘obstáculo’ que mantiene separados a los personajes”, dijo. “El obstáculo crea la tensión y el drama inherentes a la historia”.
“En muchos sentidos, es el pegamento que mantiene unida toda la historia. En Diario de una pasión, el ‘obstáculo’ que los separaba era doble: al principio, el compromiso de Allie con Lon; al final, el Alzheimer impedía a Allie recordar a Noah”, explicó.
“Con En nombre del amor, intenté hacer un paralelismo -no una copia- de esos obstáculos”, develó. “Decidí darle a Gabby un novio serio, con el que creía que se casaría; en la parte final, Gabby estaba en coma y Travis no estaba seguro de si despertaría algún día”.
“Paralelismos. No son copias. Lo bastante parecidos como para sentirse superficialmente familiar, pero lo bastante diferentes como para sentirse completamente únicos. Y aunque simplemente expuse mis ideas sobre la novela en unas pocas frases previas, tardé meses en dar con la idea central de la historia”, reconoció.
“Pero siempre es así: la idea, una vez expresada, parece obvia. Pero concebir la idea en primer lugar suele ser un largo camino de frustración”, reconoció. “Sin embargo, una vez que tuve esos elementos, quise que la historia fuera lo más original posible”.
El escritor aparte develó que se inspiró en personas reales para la creación de los protagonistas. “Travis, un personaje inspirado en mi hermano (antes de que se casara), no se parecía en nada a Noah Calhoun. Y Gabby, inspirada en una antigua asistente, no se parecía en nada a Allie”, resaltó.
“Tampoco Gabby y Travis tenían una ‘historia previa’ juntos (mientras que Noah y Allie se habían enamorado de adolescentes). En nombre del amor era una historia contemporánea; Diario de una pasión era más bien una obra de época”, agregó, enfatizando las diferencias.
Otra diferencia, de acuerdo a Sparks, era que En nombre del amor “está escrita completamente en tercera persona, mientras que Diario de una pasión lo está tanto en primera como en tercera”.
“De nuevo, todas estas decisiones se tomaron conscientemente, para que la historia pareciera fresca y nueva, sin dejar de inspirar el mismo tipo de emoción que prevalecía en Diario de una pasión”, concluyó.