Todos amamos ver comedias románticas una y otra vez, no importa qué tan simplonas, predecibles y clichés sean. Éstas tienen un sentido de magia que hace que nos enganchemos de principio a fin, haciendo que nos olvidemos del mundo por unas horas.
Parte de su atractivo está precisamente en que siguen una misma fórmula por lo que prácticamente ya sabemos qué va a pasar, sin tener que pensar demasiado ni esperar sorpresas desagradables al final.
Si eres amante de este genero, seguramente has visto las películas que están en esta lista y si apenas te estás adentrando en ellas, es casi seguro que las terminarás viendo una y otra vez.
La propuesta
Sandra Bullock interpreta a Margaret Tate, una jefa fuerte e independiente en la industria editorial que no se deja de nadie. Su vida aparentemente parece estar bajo absoluto control hasta que, tras no cumplir con el plazo de renovación de su vida para estar en los Estados Unidos, es amenazada con ser deportada. Lo que sigue es un divertido compromiso falso con su asistente Andrew, interpretado por Ryan Reynolds que los lleva hasta Alaska para fingir ser una pareja muy enamorada.
Reynolds y Bullock tienen una química asombrosa en pantalla que definitivamente se vuelve el atractivo principal. Se trata de una de esas comedias románticas que puedes ver una y otra vez gracias a esa mezcla perfecta de humor con emotividad mientras te adentras en el corazón de los protagonistas. Y por supuesto, ¿quién no se ha aprendido de memoria la escena en la que Sandra Bullock hace un disparatado baile ritual con la abuela de Andrew?
¡Porque lo digo yo!
La ganadora del Oscar, Diane Keaton se une a Mandy Moore en esta encantadora comedia romántica sobre una madre sobreprotectora cuyo plan de encontrar al hombre perfecto para su hija menor fracasa. A esta historia se unen las simpáticas actuaciones de Gabriel Macht, Tom Everett Scott, Lauren Graham y Piper Perabo.
Tener como protagonista a una madre que teme que su hija no pueda encontrar un buen hombre por sí sola, lo que la lleva a buscar a un potencial candidato, es la fórmula perfecta para un desastre. Por supuesto esto ha sido razón suficiente para que los fanáticos del género la hayan convertido en una de las favoritas.
Con todos menos contigo
La historia sigue a Bea (Sweeney), una joven aspirante a abogada que por azares del destino conoce a Ben (Glen Powell) en un café. Ambos tienen una conexión inmediata pero tras pasar el día entero juntos, un malentendido los lleva a desaparecer de la vida del otro hasta que se reencuentran inesperadamente para asistir a una boda en Australia.
El odio de Bea y Ben se convierte entonces en un problema para los invitados que temen arruinen la boda. Lo que nadie sabe es que, tras darse cuenta de que todos quieren que hagan las paces para evitar algún desastre, pactan fingir estar enamorados. ¿Qué podría salir mal? Por supuesto que se trata de una historia predecible (que además está basada en la obra de Shakesperare Mucho ruido y pocas nueces) pero que definitivamente deja un gran sabor de boca y una sensación de felicidad al escuchar el tema principal, Unwritten de Natasha Bedingfielsd, muy al estilo de lo que pasa con Can’t Take My Eyes Off Of You en 10 cosas que odio de ti. Aunque aún se encuentra en cines, ya es una de las películas que los fanáticos del género aseguran haber visto más de dos o tres veces. Así que seguramente será de las favoritas cuando llegue a las plataformas de streaming.
A él no le gustas tanto
En 2009, la comedia romántica A él no le gustas tanto captó la atención del mundo con su versión humorística e identificable de las relaciones modernas. Basada en el libro de autoayuda más vendido del mismo nombre, la cinta explora las complejidades de las citas y las luchas que enfrentan las personas cuando intentan descifrar señales contradictorias de sus intereses amorosos. Y es que seamos honestas, todas hemos pasado por eso pero muchas veces nos negamos a ser rechazadas y nos conformamos con poco. Ésta es definitivamente una cinta que te abre los ojos, por más doloroso que sea darte cuenta de la realidad.