El mundo del espectáculo se conmocionó la semana pasada, cuando el miércoles 10 de enero, la influencer Paola Suárez fue brutalmente agredida, presuntamente, por su novio Jesús Castro. Ella luego se lanzar por un balcón desde un segundo piso, hecho que casi que le quita la vida. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad de las viviendas cercanas y los videos rápidamente se hicieron virales.
A Paola, de 31 años, la ingresaron de emergencia en el Hospital General Regional de León, pues presentó heridas graves. Su amiga Wendy Guevara detalló: “Su novio la golpeó, yo, la verdad, no había querido decir nada. No habíamos querido decir nada por respeto a ella, hasta que ella lo dijera. (...) Ella no puede hablar ahorita porque le duele, tiene un hematoma en el ojo y tiene el tabique desviado y necesita una cirugía”.
Paola afirmó que denunciará a su expareja, mientras que él también aseveró que hará lo mismo. , Alejandro Morales, conocido como “Ropero”, quien es el escolta de Wendy explicó: “Paola llegó a mi casa. Llegó golpeada y muy poco podía hablar porque venía muy lastimada de la boca y la cara. Lo único que me alcanzó a decir es eso, que le intentó robar el dinero y ella intentó quitárselo y ahí empezó la discusión. La meto a mi casa y la traigo a urgencias porque se me desvaneció dos veces”.
Fans preocupados
Este fin de semana, mientras Wendy transitaba por unas calles, fue abordada por unos niños quienes con preocupación le preguntaron por la salud su amiga Paola: “¿Dónde está Paola?”, pero la ganadora de “La casa de los famosos” le respondió: “No está, al rato va allá con Magda (Magda Gaona, amiga de ‘Las Perdidas’) y ahí la ves, ¡va! (...)”. Guevara no dudó en bajarse del carro y tomarse una foto con los pequeños.
Sin embargo, ellos tampoco desaprovecharon la oportunidad para enviarle un mensaje: “Le dices a Paola que la quiero, que es la número uno”. Ellos no son los únicos que han mostrado preocupación por la salud física y emocional de la creadora de contenidos, pues Suárez, tras ser dada de alta en el hospital, afirmó que aún ama a su expareja.
“Muy mal que me siento porque a esa persona yo la quería mucho o la quiero. No me escuchan mis amigas sino me estuvieran regañando, pero el amor no se acaba de un día para otro. (...) A mí me gustaba mucho ir a la casa de su mamá, porque la pasaba a gusto con sus hermanos… pero esta persona siempre ha sido un poco agresiva... Pero me siento muy mal comadre, me desespero, no sé qué hacer”, confesó en un video.
Por su parte, Jesús dio su versión: “Paola y yo, estábamos en su casa tomando, después de haber regresado de la pedida de matrimonio, los dos ya veníamos con unos tragos encima, estábamos tan drogados que ella me empezó a desconocer, y todo el tiempo me decía que pasaría si yo te ahorco y te mato, y entre mi alucino, decidí no prestarle atención a eso, Paola se empezó a molestar y me aventó un vaso en la cara, los dos ya estábamos molestos y drogados, todo se salió de control, ella me ahorcó y yo al tratar de salir de ahí, la encerré en su casa y le aventé las llaves”.
Hasta ahora se desconoce si ambos han puesto alguna denuncia ante la Fiscalía.