El príncipe William y Kate Middleton se alistan para celebrar la Navidad junto a sus hijos: George, Charlotte y Louis y ya cuentan con un lugar mágico para vivir la tradicional noche en familia.
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Se trata de Anmer Hall, hogar que fue un regalo de la reina Isabel II cuando los príncipes de Gales le dieron la bienvenida a su primer hijo George, la cual han destinado para pasar sus fechas importantes como las fiestas decembrinas y sus vacaciones de verano.
La casa real fue un obsequio de la fallecida monarca para que la pareja pudiera disfrutar en familia alejados del ruido mediático. Fue en 2015 cuando la remodelaron para ajustar a las necesidades de los futuros reyes de Inglaterra, por lo que invirtieron 1,5 millones de libras en ello, lo que supone unos 1,7 millones de euros.
La historia detrás de Anmer Hall la casa de Navidad de William y Kate Middleton
Anmer Hall está ubicada en la finca de Sandringham, en Norfolk, Inglaterra. La misma está construida de ladrillo rojo de estilo georgiano con detalles arquitectónicos tradicionales, rodeada por enormes terrenos y jardines.
La mansión data del siglo XVIII y está situada a tan sólo un par de kilómetros de la casa de vacaciones de Isabel II. Cuenta con diez dormitorios modernizados, más de una decena de amplios ventanales con marcos blancos, pista de tenis, piscina y jardín interior.
Pese a sus lujos y comodidades, el hogar de William y Kate cuenta con un pasado bastante terrorífico. Según revelan algunos medios internacionales en la misma se ha visto el espíritu del sacerdote católico, Henry Walpole, fallecido cerca de 1600 y que nació en los terrenos del lugar.
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“Cuando los príncipes de Gales se mudaron a Anmer Hall, que está en la finca de Sandringham, había un fantasma de un sacerdote católico que tenía allí su residencia y fue ahorcado, arrastrado y descuartizado por alta traición, y por alguna razón, ahora ha regresado a su hogar. Aunque fue ejecutado en Nueva York, en realidad han oído allí su voz y han visto el fantasma de lo que dicen que es un sacerdote, vagando por Anmer Hall”, reveló Richard Felix, un historiador de lo paranormal en uno de sus podcast.
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Los Príncipes de Gales fueron advertidos sobre este fantasma y la maldición de Walpole antes de mudarse a Anmer, sin embargo, esto no los ahuyentó de la casa.
“Eso no los disuadió; bromeaban al respecto. Pero su actitud era: ninguna casa vieja estaría completa sin su fantasma”, aseguró People.
