Un acto sublime tuvo la actriz mexicana Aracely Arámbula durante el día de la Virgen de Guadalupe al llegar a su templo, el pasado 12 de diciembre. Quedó atrapada por un perro de la calle, que la recibió en la basílica y ella no pudo contener su emoción, por lo que lo abrazó y beso. Todo quedó grabado y fue publicado por la revista People en español, donde le llovieron elogios.
Al bajarse de su camioneta y disponerse a subir las escaleras para entrar, un perrito de marrón claro llegó hasta los pies de la artista: “Estás helado. ¡Vámonos a la casa! me lo llevo, tengo 17 (perros), 18 con este 19. No hay 20 malo. Lo quiero tapar. Mi amor, te tapamos. (...) Tiene sus orejitas calientitas y su nariz húmeda”, expresó la también cantante mientras trata de cubrirlo con su abrigo.
Uno de sus guardaespaldas le indicó que el can era de la iglesia, lo que la dejó un poco más tranquila. Ella lo bendijo y le hizo la cruz, para luego besar su cabeza y enfatizó: “Eres muy bello, voy a venir por ti, ¿eh?”. El perrito no se desapartaba de Aracely, mientras todos los presentes solo admiraban el amor que ella le entregaba.
Ayer 13 de diciembre, Arámbula regresó con una camioneta llena de comida y mantas para los perros callejeros que viven alrededor de la zona. Ella es una fiel protectora de los animales, especialmente de los perros por quienes hace labores de caridad y también los adopta. Hasta ahora se conocen los nombres de 12 de ellos: Lulú, Maritoña, Osi, Bella, Bruno, Paparro, Güera, Nala, Mush, Rocky, Bardo y Reina. Recientemente dio en adopción a Luka. De diferentes razas.
En julio organizó una fiesta perruna para todos ellos y no dudó en compartir su felicidad en sus redes sociales, donde gran parte de su contenido está enfocado a resguardar a los animales, protegeros y darles un hogar. Ella a muchos también les brida ayuda y acobijo mientras encuentran una familia amorosa que les dé un buen hogar.
A mediados de año, manifestó en Instagram la gran tristeza que sintió por “La Pinta”, una perrita callejera que rescató, pues tenía “un tumor enorme cancerígeno, a quien atendimos y le dimos tratamiento. Recibió sus quimios”. La can iban a dormirla, pues estaba desahuciada. Sin embargo, con las oraciones y los tratamientos comenzó a reaccionar favorablemente y hoy está sana en una casa segura con una familia que le brinda amor.
También contó sobre la historia de Mauri, que estaba en una de las locaciones de la novela La Madrastra. Tenía la patita lastimada, por lo que no dudó en llevarla al veterinario y se recuperó muy bien. Aracely confesó que la lucha más grande es lograr que adopten a perros grandes. Además, hizo un llamado a todos los que tiene mascotas para que siempre coloquen un collar con los datos de los dueños en sus plaquitas, ya que muchos de los que están en la calle alguna vez tuvieron un hogar.