“Sí, aceptó”, dirán este 14 de octubre la influencer e hija de Luis Miguel, Michelle Salas y su novio Danilo Díaz Granados, para jurarse amor hasta la eternidad. La pareja, que tiene una relación desde el 2016, decidió dar un paso más y se comprometieron en matrimonio. Lo anunciaron en mayo de este año. Desde entonces mucho se ha especulado si el “Sol de México” será quien lleve a la novia al altar.
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Sin embargo, otras fuentes apuntan a que será su madre Stephanie Salas quien la tome de la mano y la entregue a Danilo, pues en la misma publicación sobre el compromiso, escribió para su hija: ““Hija mía… nada me hace sentir más plena que verte feliz. Siento una emoción enorme y estoy segura de que me voy a desmayar cuando vaya a tu lado… ¡así que me agarras fuerte!”.
El enlace nupcial tendrá lugar en Roma, Italia, y durará tres días, partiendo desde el 13 de octubre cuando los invitados lleguen a la Toscana. De acuerdo con el diario El Universo, “Luismi” sí presenciará el casamiento y asistirá con su novia Paloma Cuevas el día 14, ya que el 13 dará un concierto en Estados Unidos.
Al matrimonio asistirán Humberto Zurita, novio de Stephanie, y sus hijos Sebastián y Emiliano Zurita; y la abuela de la novia Sylvia Pasquel. Pero este miércoles 11 de octubre se conocieron algunas exigencias que deberán cumplir los invitados a la fiesta, que desataron polémica entre los internautas.
Trascendió que los asistentes tienen prohibido documentar la boda, porque desean que sea algo muy privado e íntimo: “Prohibido móviles, ni un móvil, van a repartir luego a todos en un link, donde van a poder ver fotografías. Me dicen que las medidas de seguridad de que incluso a la hora de mandar las invitaciones está siendo muy secreto”, aseguró la periodista Beatriz Cortázar, del programa español “Ahora Sónsoles”.
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Beatriz afirmó que “la primera convocatoria (el 13 de octubre) va a ser un cóctel de welcome (bienvenida). Van a llegar unos con aviones privados, otros en vuelos regulares, otros en coche. Se ha pedido que, por favor, los señores no se pongan corbata porque va a ser un poquito más casual”.
Añadió: “A los hombres se les solicitó que usen un estilo italiano, con colores suaves y que las mujeres vayan con algo no más largo de la rodilla, que no se pongan de largo ni de brillos”, mientras que para el sábado 14, día de la ceremonia, los hombres vistan de esmoquin y las mujeres con trajes de noche.
“Al siguiente día, domingo 15, habrá un brunch, en el que se ha pedido que las mujeres vayan vaporosas, con gasas, colores pasteles. Todo mucho más sutil y elegante”, finalizó Beatriz en un reporte que publicó la revista Caras.