Hija de Josefina, nieta de Teresa, Bisnieta de Olimpia. Mexicana, Serrana y Defensora de Espacios Digitales libres de violencia para niñas y mujeres, así se autodescribe en su cuenta de Instagram. Originaria de Huachinango, Puebla, su nombre es la ley. Olimpia Coral Melo, actualmente cuenta con 30 años y con tres intentos de suicidio desde que imágenes de su cuerpo desnudo fueron difundidas en redes sociales. Tenía 18 años cuando se grabó teniendo intimidad con un novio traidor que la hizo famosa a su pesar. Fue víctima de una ‘pornovenganza’ por parte de su expareja, que difundió contenido sexual explícito de ella sin su consentimiento. Un minuto y 30 segundos duraba el video, pero eso alcanzó para que su vida cambiara por completo.
Todos en su pequeña ciudad, Huauchinango, Puebla, en el centro de México, hablaban del video en el que ella salía desnuda. La conocían como la gordibuena de Huauchinango, una forma despectiva de definir al cuerpo de una mujer con curvas. Su exnovio, con quien llevaba seis años y con quien había hecho el video, pero que no se identificaba en el mismo, negó que fuera él quien lo divulgó.
Olimpia se encerró en su casa por ocho meses e intentó quitarse la vida en tres ocasiones. Y, después de un largo proceso, entendió que ella era la víctima de un tipo de violencia, aunque tardó en identificarla. Estudió sobre el tema y encerrada en su garaje (no solo Apple se parió en una cochera), redactó la iniciativa de lo que ahora es una ley, la ‘Ley Olimpia’, una reforma que penaliza a quienes graban y difunden sin consentimiento imágenes sexuales.
El apoyo de su madre fue fundamental
En entrevista para el programa ‘Mimí contigo’, Olimpia señaló las poderosas palabras de apoyo que le dijo su madre: “Mi amor, vergüenza me hubiera dado ver de ti un video robando, asesinando, dañando al planeta, haciendo un acto de corrupción o generando algo que sí sea un delito, hija, tu cuerpo desnudo, mi amor, no es un crimen, no es un delito, lucha mi vida, porque lo que tú hiciste no es nada malo”.
Su madre fue la primera persona en el mundo que le dijo que no tenía culpa alguna, pues ella sentía culpabilidad por haberse dejado grabar. Después de esto decidió dar el primer paso que fue poner una denuncia en el ministerio público, y ahí comenzó su lucha, topándose con muchos obstáculos para denunciar hasta llegarse el día de lograr la promulgación de una ley, la ley que lleva su nombre, la Ley Olimpia.
¿Qué es la ‘Ley Olimpia’?
Es un conjunto de reformas –principalmente a los códigos penales de cada entidad– mediante las cuales se reconoce la violencia digital (cibervenganza, ciberporno y acoso sexual) como un tipo de delito y violencia contra las mujeres, por lo que se establecen sanciones como multas económicas o penas de cárcel para quien difunda en internet contenido íntimo de otra persona sin su consentimiento. La ley Olimpia castiga hasta con seis años de cárcel a las personas que en México cometan este tipo de violencia.
Esa ley contra el acoso digital castiga como delito la divulgación, distribución y publicación de material de contenido íntimo sexual de una persona adulta sin su consentimiento, así como el grabar, fotografiar o reproducir contenido íntimo sexual sin autorización. Olimpia logró que se sancionara la violencia mediática, que incluso va definida como agresión por cuestiones de género a través de un medio de difusión o comunicación.
La ley de Olimpia, en pocas palabras, es un hito para la seguridad de las mujeres y ya hay encarcelados por la aplicación de esa norma.
¿Qué es la violencia digital?
La Ley Olimpia define la violencia digital como actos de acoso, hostigamiento, amenaza, vulneración de datos e información privada, así como la difusión de contenido sexual (fotos, videos, audios) sin consentimiento y a través de las redes sociales, atentando contra la integridad, la libertad, la vida privada y los derechos, principalmente de las mujeres.
Su cara, que un día deseó invisible, aparece ahora entre las 100 más influyentes del mundo, según la revista Time. “Que lo oigan en todos los idiomas, el cuerpo de la mujer no es un objeto ni offline, ni online. La iniciativa privada es la cuenta más pendiente: el algoritmo es sumamente machista y patriarcal”, dijo la activista.
Olimpia Coral Melo, hoy como desde hace 8 años, es una activista que continúa trabajando en contra de la violencia digital y es defensora de espacios digitales libres de violencia para mujeres y niñas y es fundadora del Frente Nacional para la Sororidad, colectivo que se dedica a dar apoyo y acompañamiento a víctimas de la violencia digital.
A la misma Olimpia le sorprende el alcance que su lucha ha tenido. Aunque ahora goza de reconocimiento internacional, esto no fue así desde el principio y su lucha, sin saberlo, cambiaría las legislaciones de todo un país y la forma de pensar de millones de personas.
