Terminar una relación, especialmente una con la que estabas profundamente comprometido y enamorado, es devastador. Pero el tiempo lo curara todo y, a medida que pasa, uno aprende a dedicarle tiempo a lo que fue para entender lo que es y lo que puede ser. Ésta es la idea principal de una mini serie española que se posicionó entre los primeros lugares en Netflix, en 2021.
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Se trata de El tiempo que te doy, un drama romántico creado por Inés Pintor, Pablo Santidrián y Pablo Fernández, y protagonizada por Nadia de Santiago, Álvaro Cervantes y David Castillo, junto a otros miembros del elenco.
La serie consta de 10 episodios, cada uno de unos 13 minutos de duración, con un ritmo lento pero digerible. Cualquier amante de las series de romance fácilmente podría hace un maratón de un día con ella y por supuesto es perfecta para quienes no tienen mucho tiempo pero quieren desconectarse por unas horas del ajetreo.
¿De qué trata ‘El tiempo que te doy’?
“Lina y Nico rompen después de muchos años juntos. Ella, que quiere avanzar con su vida, se esfuerza por empezar de nuevo y pensar un poquito menos en él cada día. Ve todo lo que quieras. Nominada a tres premios Feroz, incluidos los de mejor serie dramática y mejor actriz protagonista (Nadia de Santiago)”, reza la sinopsis oficial en Netflix.
La serie profundiza en las relaciones y sus diferentes facetas, adentrando al espectador con la ruptura para después llevarlo por un viaje por el instante del flechazo que lo inició todo.
Hay muchos momentos con los que uno se puede identificar, porque todos hemos pasado por el dolor, la incomodidad, el enojo y el alivio de cerrar un ciclo con una persona con la que ya no se es feliz. Pero también uno puede reflejarse en los momentos de felicidad, aquellos que nos dieron impulso y esperanza.
Hay que prestar atención a la historia porque hace saltos en el tiempo en los que nos van mostrando las altas y bajas en la relación de Lina y Nico.
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Lo complicado de las rupturas es hacer una introspección de lo que fue
Lo cierto es que esta serie tiene varias moralejas, entre las señales de advertencia de una relación poco saludable, el proceso de curación después de una ruptura traumática y las formas en que quienes nos rodean demuestran que su amor romántico influye en nuestros ideales.
Lina y Nico hacen una introspección de todo lo que los llevó al punto de quiebre y cómo si bien pasaron por muchos buenos momentos, hubo otros en los que pudieron haberse evitado problemas y terminar con la tortura antes.
Ella es la primera que se plantea los estragos de quedar atrapada en una relación en la que ha dejado de ser feliz pero también en lo difícil que es volver a empezar sin que el pasado la persiga.
Sin spoilers, no es el final que esperas pero es perfecto en su carácter abierto ya que ofrece al espectador la oportunidad de ponerse en el lugar de Lina y preguntarse de una vez por todas qué harían en esta situación. Ya sea que haya pasado por una ruptura grave o esté atrapado en la rutina de una relación.
