La gimnasta mexicana de 29 años reveló que el intenso ciberbullying del que ha sido objeto incluso la llevó a plantearse la posibilidad de abandonar el deporte que tanto ama y en el que recientemente acaba de conquistar una medalla de oro.
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Diana Mendarózqueta
La gimnasia es uno de los deportes olímpicos más populares y espectaculares y estamos acostumbrados a ver cuerpos muy esbeltos y delgados entre quienes practican esa disciplina; sin embargo, desde hace años irrumpió en ese ámbito la mexicana Alexa Moreno, quien ha logrado estar en lo más alto de la gimnasia pese a que su cuerpo no encaja en el estereotipo y al constante bullying que recibe.
Recientemente, Alexa demostró la gran gimnasta que es al conquistar el oro en la Copa Mundial de Gimnasia Artística celebrada en París, Francia, donde, la gimnasta mexicana, brilló en la prueba de salto con un puntaje de 14.075, resultado que podría llevarla a participar en sus terceros Juegos Olímpicos, ahora en París 2024.
La trayectoria de la campeona mexicana ha tenido altas y bajas durante toda su carrera, teniendo en los últimos años sus más importantes logros; sin embargo, la constante ha sido el enfrentar críticas relacionadas con su cuerpo y los estereotipos de cómo debería lucir una gimnasta profesional.
Su complexión física fue sumamente criticada en las redes sociales durante su primera participación en unos Juegos Olímpicos y la propia Alexa reconoció sentirse golpeada porque su apariencia física llamara más la atención que su talento deportivo.
“Cuando supe fue difícil y duro porque a nadie le gusta que lo critiquen. Las redes sociales son un arma de doble filo, por eso no me meto tanto”, dijo Alexa en una entrevista con la periodista mexicana Adela Micha en enero pasado.
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Sus inicios
Alexa Citlali Moreno Medina nació en Mexicali, Baja California (México), el 8 de agosto de 1994. Con tan solo tres años de edad inició su carrera en la gimnasia, y aunque comenzó como una actividad recreativa, sus grandes habilidades y capacidades para esa disciplina la llevaron al plano profesional.
Su madre la inscribió en este deporte porque quería cansarla debido a que era una niña muy activa. Alexa ha reconocido que al principio no le gustaba la gimnasia, pero su madre siguió llevándola de todas formas porque ya había pagado la mensualidad y no podían darse el lujo de desperdiciar el dinero.
Según publica el sitio web Olympics, Moreno fue inspirada por los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 para continuar con su carrera como deportista y años después, la mexicana debutó como atleta de alto rendimiento obteniendo su primera medalla de oro en 2010, durante el Campeonato Pacific Rim.
La gimnasta vivió uno de los mayores éxitos de su carrera en 2016 al acudir a los Juegos Olímpicos de Río, representando por primera vez a México en la justa internacional; sin embargo, su presencia en tan importante evento se vio opacada por los intensos ataques que recibió en redes sociales por no encajar en el estereotipo físico de las gimnastas.
El bullying
Pese a que Alexa nunca ha presentado sobrepeso durante sus competencias internacionales, miles de usuarios de redes sociales se han cansado desde 2016 de criticar su aspecto físico, simplemente porque no es como el estereotipo de la gimnasta sumamente delgada y esbelta al que está acostumbrada la mayoría de las personas.
Estos ataques la llevaron a tener miedo de presentarse en las justas internacionales e incluso en dar la razón a sus detractores y abandonar su carrera por no cumplir con el estereotipo físico; sin embargo, Alexa decidió seguir adelante e hizo catarsis sobre el bullying a través de su libro “Alexa Moreno: Singular y extraordinaria”.
El libro es un texto que aborda la vida personal de Alexa y en el que invita a los lectores a que la conozcan de manera más personal y fuera de los gimnasios donde practica su deporte favorito. En la obra, Moreno reveló que estuvo a punto de dejar la gimnasia por el bullying que sufría previo a olímpicos.
“No le veía futuro a lo que estaba haciendo (en 2020), no estaba alcanzando ni siquiera el nivel en el que estaba compitiendo el año anterior. Yo quería ir a Juegos Olímpicos a competir, no participar, en el nivel de estar peleando por algo y en ese momento me había ido muy mal y me fui a mi casa. A los cuatro días regresé”, reveló Alexa durante la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022.
Aunque, como revela en su libro, Alexa estuvo a punto de dejar su exitosa carrera por las críticas recibidas en redes sociales, finalmente entendió que los comentarios negativos no son constructivos y que hay mucha gente valiosa y exitosa detrás de ella apoyando para que continúe cosechando éxitos.
“Darme cuenta de que había muchas personas detrás de mí que me estaban apoyando. Al final me convencí de que había hecho un buen papel, que había hecho mejores resultados de los que habíamos pronosticado, que había hecho una buena competencia. Eso era lo que valía la pena”, declaró en una entrevista para Olympics.
Pese al ciberbullying que ha recibido y sigue recibiendo por su complexión física, Alexa continúa adelante con su exitosa carrera y hace unos días consiguió un nuevo e importante logro al conquistar el oro en la Copa Mundial de Gimnasia Artística y ya se enfoca en conseguir acudir a sus terceros Juegos Olímpicos, el próximo año.
El concepto de “gordofobia” con el que ella ha luchado, designa un sesgo automático de discriminación hacia las personas con sobrepeso. Estos pensamientos parten de una idea errónea de que por no cumplir con ciertos estándares sociales de belleza, los individuos tienen una desventaja con respecto al resto.
Alexa Moreno es un claro ejemplo de que cualquier cuerpo puede sobresalir en todos los rubros estéticos y deportivos, y seguirá escribiendo su nombre con letras de oro en la historia de su país y cortando de raíz con cualquier obstáculo que se interfiera en el camino.