La conductora de televisión Natalia Téllez está viviendo una sublime y trascendental etapa: la maternidad. En enero del año pasado se convirtió en madre de Emilia y desde entonces se ha sumergido en un maravilloso mundo que comparte con sus seguidores, a quienes hace tres semanas los encantó, por primera vez, con el rostro de la niña.
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Hasta hace poco era blanco de críticas por negarse a mostrar la carita de Emilia, incluso por convertir en madre, pues la señalaron con afirmaciones como “pues no que no querías”, y mucho más, pero ella ha sabido ignorar estos dardos y darle la mejor educación a su pequeña junto a su pareja Antonio Zabala.
La actriz de 37 años trata de darle tiempo de calidad a la bebé y, por supuesto, exponerla a sus raíces: el arte. Natalia es hija del artista plástico Guillermo Téllez, quien cada obra la hacía como Dios lo trajo al mundo, desnudo caminando por casa. Y aunque Natalia no haga lo mismo, sí tiene algunos cuadros de su padre en su hogar.
A finales de junio, mostró su ventana: una vista hacia la ciudad, al mismo tiempo que “La ventana” de su padre, una magnifica pintura. Emilia ha crecido en medio del arte y sin duda que Téllez la incentiva. Este martes 12 de septiembre, también compartió una dulce imagen en la que ambas le dan color a las calles.
Confesó con fotos que su pasión también es pintar: “Pintar las calles con gises es nuestra pasión (hablare por Emi hasta que ella diga lo contrario)”, escribió junto a las tres fotografías que compartió en Instagram. La banqueta tenía corazones, rayas y más, que le dieron vida al espacio, mientras ellas fueron felices haciendo lo que más les gusta.
Natalia está enamoradísima de su niña. El pasado contó a la revista ¡Hola! lo bien que se siente: “La manera en que un hijo te mira y lo que tú sientes cuando lo hace resume todo lo que está bien en el planeta”.
La actriz también ha conversado sobre su rol de madre y cómo ha enfrentado los perjuicios: “Hay que tratar de trabajar el “no se puede todo”, y no (conectar con) el fracaso. (Debí entender que) soy persona y a veces no puedo todo”.
Además, confesó en el podcast de Pedro Prieto, que su libido se esfumó cuando se convirtió en mamá.(..) No puedes huir de ser mamá, no puedes ir a un lugar a donde ya no seas mamá. Viví el pedo de: ¨quiero ir a trabajar para ya ser Nat, pero fui a trabajar y cuando llegué: “ah, en un foro tampoco dejo de ser madre, siempre soy mamá. Todo el mundo me pregunta por mi hija. Ya no soy la Nat que fui. Mi chamba ahora es recopilar lo más que pueda en una canasta de lo que Nat siempre ha sido, junto con esto que he aprendido y junto con mi relación con Emilia”.