Desde niña, la actriz Ana Martín sabía qué era lo quería ser. Nada, ni nadie la detuvo para lograr su meta, ni siquiera su madre, quien solo aspiraba que ella se casara, tuviera hijos y jamás se dedicara a la actuación; pero, ella estaba clara y a los 21 años se fue de casa con la venia de su abuela para consolidarse como actriz, su mayor pasión.
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Ya son seis décadas de carrera y está orgullosa. Este martes 12 de septiembre, en su podcast contó que “hice siempre lo que quise y me di cuenta que la libertad siempre tiene un precio. No me quise casar, nunca quise tener hijos, ¿por qué? porque yo fui no digo que fui una niña abandonada, porque tengo mamá y papá, ¡pero estaban separados! y como pelota de futbol ahí andaba entre los dos”.
Ana jamás llegó al altar, pero sí se casó, con su profesión: “La gran pasión de mi vida ha sido mi carrera. y ahorita que cumplo 60 años, descubro que yo me casé con mi carrera, porque yo nunca me he casado, ni tuve hijos, pero tengo como dos meses que descubrí que yo me había casado con mi carrera. Yo nací en este medio y le doy gracias a Dios porque nací en medio del semillero artístico de los años 40 en las carpas y desde que tengo uso de razón veía a los artistas”.
La histrionisa de 77 años confiesa que no se arrepiente de su decisión, porque pues asegura que a esta edad ya sería abuela y estaría preocupadísima por sus nietos por las drogas, la violencia, la explotación laboral y más problemas que hacen del mundo un lugar poco seguro. Solo en una oportunidad pensó en tener descendencia, pero lo haría con su mejor amigo, mas no se concretó.
Ana Martín explicó a dos jóvenes invitados que la personificar para ella es como hacer el amor, porque actuar es técnica, “viene siendo como cuando tienes una relación sexual”, pero vivir el personaje " es como si estuvieras haciendo el amor”.
Sin dudas, ella se entregó de lleno a su pasión y hoy vive feliz y plena por cada acto que hizo y dejó de hacer, porque no se restringió en su juventud. En otros episodios manifestó que tuvo a todos los amantes que quiso, así como las relaciones sexuales que deseo, pues se empoderó una vez que llegó la pastilla anticonceptiva a su vida. Aunque, ayer, reveló que en los primeros años que la tomó sintió cierta vergüenza
Ella se sentía como si tuviera un letrero en su frente que decía: “tomo pastilla anticonceptiva”, pero fue algo que luego superó y le dio los mejores momentos de su vida.