Angélica Vale siempre se ha caracterizado por romper estereotipos en el mundo del espectáculo mexicano, convirtiéndose en una de las comediantes más importantes. Si bien siempre ha sido conocida por sus imitaciones, Angélica tiene una amplia trayectoria en las telenovelas, destacando en producciones exitosas como Soñadoras, Amigas y Rivales, La fea más bella y más
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‘Soñadorqas’ fue una de las telenovelas juveniles más exitosas a finales de los noventa y además de Angélica Vale contaba con la participación de Michelle Vieth, Aracely Arámbula, Laisha Wilkins, Irán Castillo, Arath de la Torre, Eduardo Verástegui, Diego Schoening, Jan y Kuno.
En la historia, Angélica daba vida a Julieta Ruíz, personaje que si bien le trajo gran reconocimiento, también fue clave en la distorción de imagen corporal que presentó años más tarde.
Recientemente la actriz habló en una entrevista con el programa De primera mano sobre las repercusiones negativas que tuvo la novela en su autoestima pues a pesar de que estaba delgada, era llamada “gorda”.
Vale admitió que esto se debió a que tenía más curvas que sus compañeras de set y no se veía tan delgada como ellas lo que le hizo pensar que era así.
“Me hizo mucho daño el personaje de Soñadoras que era bulímica y se la pasaba diciendo ‘soy gorda, soy gorda’, y la gente se quedó con esa idea de que yo era gorda, pero si me ves en soñadoras yo era un palo entonces me empezaron a decir que yo era gorda”, contó.
El personaje de Angélica incluso tenía un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), lo que la llevó a adentrarse en el comportamiento y actitudes de una persona que lo padece.
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En una entrevista con Yordi Rosado en 2022, la actriz confesó cómo se dio cuenta que ella misma estaba pasando por algo similar en la vida real, y que incluso llegó a tener bulimia, la cual debía ser atendido para evitar consecuencias graves.
“Tenía todos los síntomas y no sabía lo que era una bulimia. Siempre me tildaron de gorda. Sí engordé mucho a los 14, 15. Estaba medio llenita y después adelgacé, pero seguía con el trauma. Dije muchas veces que estaba gorda y me lo creí”, comentó.
El peligro de avergonzar a las personas por cuánto pesan o cómo se ven
Por mucho tiempo los medios y la industria del entretenimiento en general nos han presentado mujeres cuyos cuerpos no siguen estereotipos de moda como la talla 00 o el famoso cuerpo de supermodelo o de infarto como “gordas” o “pasadas de peso” cuando realmente nunca fue así.
Famosas como Kate Winslet han hablado abiertamente sobre cómo los señalamientos sobre su cuerpo afectaron en gran medida su autoestima y con ello sus sueños de ser una gran estrella. “En mis 20, la gente hablaba mucho sobre mi peso”, dijo Winslet para The Guardián. “Ellos comentaban sobre mi tamaño, estimarían lo que pesaba, imprimirían la supuesta dieta en la que estaba. Fue crítico y horrible y muy perturbador de leer”.
Nuestros cuerpos no son algo por lo que tengamos que disculparnos. No se trata de que una forma sea más estética que la otra o de darle gusto a la sociedad sino de sentirse verdaderamente bien por dentro y por fuera.
No hay ninguna necesidad en señalar que una mujer está “pasada de peso” o “gorda”; ni siquiera deberíamos estar opinando que alguien está delgado porque nunca sabemos qué está pasando detrás.