La vida de la familia que formaron la cantante colombiana Shakira y el futbolista Gerard Piqué cambió drásticamente el año pasado tras la ruptura de la relación que duró 12 años. Ella quedó echa añicos y sus dos hijos, Milan y Sasha, experimentaron por primera vez en sus existencias el dolor que roe el alma. Era el comienzo de un aluvión de eventos desagradables que estaban por experimentar.
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La pareja anunció oficialmente su separación en junio del año pasado, pero ya la relación estaba fracturada, separados. En la reciente entrevista que la barranquillera dio en exclusiva a la revista People, contó cómo ha sido de dulce y amargo este último año. Afirmó que se enteró de la traición de Piqué con Clara Chía Martí por los medios de comunicación.
Pero contó un episodio que ella y sus hijos vivieron con desesperación, el más desgarrador que tuvieron que enfrentar, pese a que también se desmoronaron cuando tuvieron que dejar su casa, su vida y a su padre en Barcelona, España, el pasado 2 de abril al mudarse a Miami, Estados Unidos.
El momento más doloroso para los niños
Shakira afirmó sus padres volaron a Europa apenas ella les comunicó que se había separado de Gerard. Su misión era darle todo el consuelo que necesitaba, contenerla porque “todo se me juntó, mi hogar se desmoronaba”. Para ella, su “madre siempre ha sido mi cómplice y mi papá mi mejor amigo”. Pero casi siempre las cosas malas llegan juntas, y la cantante puede dar fe de esto.
Era 28 de mayo, ellos celebraban el primer evento familiar con el núcleo fracturado, era la Primera Comunión de Milan, de 9 años para ese momento. En las declaraciones a la revista no dio detalles de cómo fue la celebración religiosa, pero no debió nada grato para su primogénito compartir con sus padres separados.
Entonces, la desgracia fue la cereza del pastel, William Mebarak, su padre, sufrió una caída estrepitosa que lo envió de emergencia al hospital. Mientras esto pasaba, Piqué fue el gran ausente en la vida de la madre de sus niños, pero muy presente en la de su nueva novia de solo 23 años.
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“Estando allí, en la primera comunión de Milan, resultó gravemente herido en un accidente. (...) Me enteraba por la prensa que había sido traicionada, mientras mi papá estaba en la UCI. Pensé que no sobreviviría a tanto”, confesó la intérprete de “Waka Waka”.
Es de suponer la angustia de sus los niños, ver su familia rota y su abuelo agonizando en una clínica, mientras que su padre ya no estaba en casa para consolarlos. Ahora, los pequeños están tratando de adaptarse a su nueva vida en Estados Unidos, con visitas programadas de Piqué y vacaciones y festejos separados.
