A finales de 2022 el príncipe William y Kate Middleton abandonaron el Palacio Kensington para mudarse a la modesta mansión Adelaide Cottage debido a que es más cercana al colegio de sus hijos el Lambrook de Berkshire.
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El nuevo hogar de los príncipes de Gales está situado en los terrenos del Gran Parque de Windsor, muy cerca del Castillo donde vivió sus últimos años la reina Isabel II.
La propiedad cuenta con cuatro dormitorios y fue construida en 1831, primeramente como una casa de té para la reina Adelaida. Sin embargo, la vivienda cuenta con una escandalosa historia de amor.
La escandalosa infidelidad en el nuevo hogar de William y Kate Middleton
Durante varios años esta mansión era prestada por la reina a los miembros de la familia real o al personal y es una particular historia la que se ha calado como una de las más comentadas.
Peter Townsend, ayudante del padre de la Reina Isabel II, fue uno de los primeros en mudarse a la mansión junto a su familia, sin embargo, se enamoró perdidamente de la princesa Margarita, hermana menor de la fallecida monarca.
Él le llevaba 16 años y estaba casado, pero esto no fue un impedimento para vivir unos cuantos años un romance clandestino. La prensa logró darse cuenta de su amorío justamente durante la Coronación de la Reina de 1953, lo cual los puso en el ojo público y aunque la Reina Isabel intercedió por ellos, la iglesia se opuso al tratarse de un romance que nació bajo una infidelidad.
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Años después rompieron su relación y Peter se casó con una mujer de su edad lo que causó un dolor profundo en Margarita, que terminó con un polémico matrimonio con un fotógrafo.
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La vida descontrolada de la princesa Margarita, así como este romance aparece reflejada en la serie The Crown de Netflix.
La casa con fachada de estuco cuenta desde sus inicios con ventanas francesas, varias chimeneas, terraza cubierta, puerta cochera y molduras de pan de jengibre. En 2015 fue renovada pero la royal family conservó el porche delantero original del siglo XIX y los cuidados jardines, que ahora tienen casi 200 años.
La residencia cuenta con alta seguridad pero nunca ha sido fotografiada públicamente desde adentro.