Aunque Clara Chía Martí, la nueva novia de Gerard Piqué, no tiene absolutamente nada que ver con la realeza ha sido comparada con Camila Parker, la reina consorte del Reino Unido, pues ambas han sido repudiadas a nivel mundial por ser las “amantes”.
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Parker logró convertirse en la esposa del Rey Carlos III, pero antes de su matrimonio mantuvo un romance con él cuando aun estaba casado con la princesa Diana, situación que se vio reflejada en el acoso y la presión mediática que vivió Lady Di.
Asimismo, ha sucedido con Clara Chía quien se hizo novia de Piqué, cuando este aun vivía con Shakira y bastaron solo tres meses de conocer su ruptura para que ambos ventilaran su romance públicamente.
Camila Parker y Clara Chía quedaron tildadas como las amantes y denuncian acoso
Ambas han hablado del acoso que han vivido por iniciar dichas relaciones. Recientemente, la joven de 24 años terminó en los juzgados españoles para denunciar al paparazzi Jordi Martin por acoso asegurando que su persecución la ha llevado a enfrentar problemas psicológicos y no poder tener una vida normal.
Mientras que Camila también tuvo su momento para hablar sobre la horrible etapa que tuvo que vivir durante el fin del matrimonio de Carlos de Inglaterra y Lady Di y tras el fallecimiento de la princesa.
Ella se convirtió en la mala de la película, al ser considerada la culpable de las desgracias de Diana de Gales por lo que su imagen quedó por el suelo, situación que ha ido superando con el paso del tiempo pero los recuerdos aun la persiguen.
“No es fácil. He sido juzgada durante tanto tiempo que solo te queda encontrar la manera de vivir con eso. A nadie le gusta que lo miren todo el tiempo y lo critiquen. Pero creo que, al final, lo supero y me pongo manos a la obra”, señaló.
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Ella ha intentado llevar su matrimonio de la mejor manera aunque los compromisos con la corona los rebase.
“Siempre tratamos de tener un punto en el día para reunirnos. A veces es como si fuéramos dos barcos que se cruzan en la noche, pero al final siempre nos sentamos juntos, tomamos una taza de té y hablamos sobre nuestro día. Es encantador ponerse al día cuando tenemos un poco de tiempo. Cuando nos vamos, lo mejor es que nos sentamos y leemos nuestros libros en diferentes rincones de la misma habitación. Es muy relajante porque sabes que no tienes que entablar una conversación. Solo tenemos que sentirnos y estar juntos”, agregó.