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‘La Sirenita’: Halle Bailey reinventa el clásico y prueba ser la princesa que necesitábamos

‘La Sirenita’ se prepara para su debut en cines y ésta es nuestra opinión

La sirenita
La sirenita Halle Bailey es la princesa que todos esperábamos (Walt Disney Studios)

La Sirenita fue para The Walt Disney Animation Studios el parteaguas que marcó una nueva y prometedora era para la animación de Disney, convirtiéndose en uno de los clásicos consentidos. No sólo el vibrante mundo submarino de la película era atractivo sino que la protagonista era revolucionaria, al igual que la música y letras de Howard Ashman y Alan Menken.

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Ahora, es bajo la dirección de Rob Marshall que podemos ver todo todo ese encanto en un ambicioso live action. Halle Bailey es la princesa que no sabíamos que necesitabamos y sí, es Ariel en toda la extensión de la palabra. Su voz, su interpretación y su encanto son simplemente perfectos en esta adaptación que ya está conquistando a muchos.

Después de dos años de incertidumbre en torno a lo que veríamos y las crueles críticas que recibió “por no ser la imagen de la sirena pelirroja, blanca y ojos azules que Disney nos presentó en la versión animada”, Bailey ha callado muchas bocas.

Ella siempre fue consciente de lo que se dijo en redes sociales sobre su elección como protagonista y señaló en varias ocasiones que estaba muy emocionada por SU VERSIÓN del personaje. Desde la incorporación de sus rastas y el cambio en el diseño de las aletas hasta los arreglos musicales en Part of Your World, pudo imprimir su propia esencia para mostrarle al público una Ariel mucho más compleja.

Si bien la cinta prácticamente se mantiene leal en su totalidad al clásico de 1989, no teme en hacer pequeños cambios para llegar al corazón de las nuevas generaciones al tiempo que encanta a quienes crecieron con el clásico.

Bailey captura a la perfección ese espíritu rebelde de Ariel, nos arrastra por completo en esa desesperación de sentirse incomprendida por su padre, el rey Tritón (interpretado por Javier Bardem) y nos envuelve en su visión inocente del mundo de los humanos.

La historia es la misma: Ariel (Bailey), una sirena adolescente que sueña con la vida fuera del mar. Su deseo por ser parte del mundo humano se fortalece cuando conoce al apuesto príncipe Eric (Jonah Hauer-King) pero sus aletas y las estrictas reglas de Tritón son un impedimento. Es entonces cuando recurre a Úrsula (Melissa McCarthy), la bruja del mar con la que llega a un arriesgado acuerdo: ceder su voz a cambio de piernas que le permitan están en el mundo de los humanos y así conquistar al príncipe en un lapso de tres días o de lo contrario, volverá a ser una sirena bajo el control de ésta.

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Ariel cuenta con el cangrejo Sebastian (Daveed Diggs), Flounder (Jacob Tremblay) y Scuttle (Awkwafina). En su momento, estos tres no se salvaron de las críticas por su aspecto “demasiado realista” y “desmejorado” de Sebastián y Flounder, mientras que Scuttle tuvo que cambiar de especie para adaptarse a ciertas escenas en las que convive con Ariel bajo el agua. Sin embargo, no pierden el encanto ni la chispa y funcionan bien.

La ‘bruja del mar’ también ha dividido opiniones pues mientras algunos alegan que el trabajo de McCarthy es espectacular, otros señalan que “le quedó grande” el papel. Lo cierto es que la comediante se esforzó para lograr una interpretación de voz similar a la de Pat Carroll (quien dio vida a Úrsula en la animación) al tiempo que le inyectó su propia chispa, dominando por completo la pantalla con Poor Unfortunate Souls. Advertencia: la letra fue modificada en cuanto a retirar una estrofa en la que canta: “Allá arriba es preferido que las damas no conversen a no sé que no te quieras divertir”, muy posiblemente para evitar cualquier tinte que pase como “machista”.

En esta versión de la historia por cierto, se menciona que Úrsula y Tritón son hermanos, algo que ya se había planteado en la puesta musical de Broadway en 2008.

Números musicales y nuevos giros

El live action también tiene una parte de la historia que no vemos en la animación y es la introducción de la madre de Eric, interpretada por Noma Dumezweni. Y es que según nos revelan, el príncipe es adoptado por la reina, una mujer de color de carácter fuerte que teme por las hazañas de su hijo en alta mar. También se menciona una guerra entre criaturas del mar y humanos y que la madre de Ariel murió en manos de estos. Las otras hijas de Tritón por su parte, son retratadas como sirenas de varias razas y etnias, pues provienen de los siete mares.

Respecto a la música, escuchamos las mismas canciones con las que el compositor original Alan Menken y el letrista Howard Ashman nos conquistaron pero algunas de éstas con cambios sutiles de la mano de Lin Manuel Miranda.

Aunque canciones como Daughters of Triton, Les Poissons y la canción de Vanessa quedaron fuera, el compositor de Encanto pudo trabajar junto con el mismísimo Menken para crear tres nuevas melodías. De hecho, es gracias a una de éstas (titulada Wild Uncharted Waters) que podemos conocer más de las motivaciones del príncipe Eric, dejándonos ver que como Ariel, está en busca de explorar nuevos mundos, no sólo “encontrar a la mujer que será su esposa”.

Menken y Miranda también aprovecharon unos de los momentos clave de la historia para agregar una tercer parte de Part of Your World en la que vemos a una Ariel con el corazón roto frente a las consecuencias de haber sacrificado todo. Otros números musicales como Under the Sea y Kiss the Girl son prácticamente una calca de la animación pero con esencia propia que merece una oportunidad.

Entonces ¿vale la pena? Sí y en pantalla grande. Pese a los puntos débiles que puede tener con el CGI (un problema que Disney ha ido arrastrando en sus Live actions) y que pudieron aprovechar mejor la oportunidad de desarrollar las situaciones nuevas ya mencionadas, ‘La Sirenita’ cumple y merece una oportunidad lejos del odio que ha recibido porque nadie está arruinando la infancia de nadie con esta reinvención. Los adultos necesitamos regresar a esas historias encantadoras y las niñas y los niños merecen una princesa que los inspire y haga soñar.

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