Los príncipes William y Harry eran tan solo unos niños cuando tuvieron que enfrentar la separación de sus padres, el ahora Rey Carlos y la princesa Diana, con ello, la exposición pública y el acoso que vivían a diario, y por si fuera poco, al llegar la adolescencia el golpe más grande les sacudió la vida tras la trágica muerte de su madre.
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Los hermanos quedaron desolados en medio de una multitud de gente que los miraba desfilar junto al féretro de su madre con la mente perdida tratando de asimilar lo que les había sucedido. Ambos eran imagen de la realeza y debían mantener la compostura pese a que quien iba en un ataúd era la mujer que les dio la vida.
Meses más tarde, tuvieron que soportar cómo Camila Parker, la mujer con la que su padre le fue infiel a Lady Di, iba entrando de a poco en sus vidas, pese al rechazo que significaba para ellos.
Camila Parker de la amante a madrastra y futura reina
Para nadie es un secreto que Camila fue el gran amor de Carlos, pero aunque ambos estaban casados, no fue un impedimento para continuar con sus encuentros. Ella se divorció en 1995 y más tarde lo hizo Carlos.
Desde entonces, la reina consorte se mantuvo como una de las mujeres más repudiadas al ser calificada como la amante. Poco le importaron las críticas, pues la pareja continuó con su romance hasta llegar al altar, por lo que William y Harry tuvieron que soportar su presencia tras perder a su madre y luego verla como la compañera de su padre.
La pareja se casó en 2005, ocho años después de la muerte de Diana y aunque sus hijastros han hablado bien de ella, en algunas oportunidades fueron muchas las habladurías del odio que ambos sentían hacía ella, por considerar que ambos se burlaron de su madre.
En una entrevista concedida por Harry a Anderson Cooper para 60 minutes (CBS) se sinceró sobre su madrastra y confirmó que tanto él como su hermano le pidieron a su padre que no se casara con ella.
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“No creíamos que fuera necesario (que se casen). Pensamos que iba a causar más daño que bien y que si ahora estaba con su persona, eso... seguramente eso es suficiente. ¿Por qué ir tan lejos cuando no necesariamente es necesario? Queríamos que fuera feliz. Y vimos lo feliz que estaba con ella. Entonces, en ese momento, fue, ‘ok’”, sostuvo.
Por si fuera poco, el duque de Sussex expuso cómo Parker buscó la manera de lograr una alianza con la prensa británica para limpiar su imagen, lo que la convirtió en un peligro.
“Ella era la villana. Ella era la tercera persona en su matrimonio. Necesitaba rehabilitar su imagen... Eso la hizo peligrosa debido a las conexiones que estaba forjando dentro de la prensa británica. Y hubo voluntad abierta en ambos lados para intercambiar información. Y con una familia construida sobre la jerarquía, y con ella, en camino a ser reina consorte, iba a quedar gente o cuerpos en la calle por eso”, reveló.