La muerte de Julián Figueroa a los 27 años ha sido un golpe muy duro para Maribel Guardia. Aquel 9 de abril, la misma actriz confirmó que los servicios de emergencia habían encontrado a su hijo sin vida y que según el parte médico, la causa habría sido “un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular”.
Maribel publicó un mensaje en el que habló del profundo dolor que enfrenta la familia y pidió respeto ya que todo el proceso será llevado en lo privado. “Sus honras fúnebres se realizaran en privado, al lado de las personas más cercanas y que más lo amaron. Agradezco a todos los mensajes de apoyo y amor que me han estado enviando, pero en éste momento no tengo alma para contestar a nadie; espero poder hacerlo en otro momento. Gracias infinitas a todos por su comprensión”, se lee.
A pesar de esto, reporteros estuvieron rondando afuera de su propiedad, llegando incluso a los golpes y empujones, así como enfrentamientos con las personas cercanas a Maribel y su familia. Ahora, la actriz reapareció para dar declaraciones junto a su esposo Marco y su nuera Imelda.
Las declaraciones de Maribel Guardia
“Dios me lo dio, dios me lo quitó. Lo entrego en sus manos, tenía tanto por recorrer Julián, estaba empezando su carrera, tendía 500 composiciones, montaba a caballo, tocaba el piano, tocaba la guitarra”, dijo.
A pesar del gran dolor que atraviesa, Maribel agradeció a su hijo por dejarle a su nuera y a su nieto José Julián, a quien se encargarán de guiar, educar y llenar de amor. Entre lágrimas, Imelda habló de cómo han tratado de explicarle lo sucedido al pequeño: “es un ángel aunque todavía no lo entiende”, dijo.
“El hijo de Imelda es mi amor ese niño, ahora va a ser nuestra labor educarlo, darle alas para volar (...) la verdad es que (Julián) era un gran papá, jugaba con él, lo crió increíble”, agregó Maribel.
Antes de morir, Julián Figueroa recibió un emotivo regalo de su hijo
Según explicó la también conductora, las cenizas de Julián fueron depositadas en una caja en forma de la Virgen de Guadalupe junto a un dibujo que le hizo su hijo. “...Con el dibujo, un dibujo que le hizo José Julian de un león grande y un león chiquito, el león grande era Julián y el león chiquito era él”, describió Imelda
Maribel narró que un día antes de morir, su hijo presumió con orgullo el último regalo que le dio el pequeño José Julián. “Un día antes me dijo: ‘mamá ¿tienes un diurex? le digo ‘ay papito’ yo andaba corriendo al teatro como siempre. ‘Pero mamá es que préstame un diurex’, yo lo buscaba y no lo encontraba. ‘Préstame un Kola Loka porque mira el dibujito que me hizo Julián’ y sí, era un león grande y un león chiquito. Y cuando llegué yo y lo encontré muerto, estaba en la pared pegado el dibujito con los leoncitos.