La fama le llegó a Amanda Bynes en el 2002 cuando protagonizó “Todo eso y más”, un programa de sketchs transmitido por Nickelodeon. Ella fue la sensación del momento. A sus 16 años era la sensación del momento entre los adolescentes de la época, pues el espacio televisivo trataba de una jovencita que leía cartas de sus seguidores desde su habitación y ofrecía consejos.
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Ese estrellato que logró luego con su protagónico en “The Amanda Show”, la llevó a participar en una serie de películas para jóvenes desde el 2003 hasta el 2010, como “Un sueño para ella”, “Mi ligue en apuros”, “Ella es el chico”, “Hairspray” y “Rumores y mentiras”. Pero así como elevó su carrera, se fue a pique y los titulares de la prensa comenzaron a cambiar, ya no exaltaban sus buenos trabajo, sino los líos en los que se metía.
El infierno de Bynes inició cuando ella tenía unos 26 años. Su más reciente escándalo fue el pasado domingo 20 de marzo cuando la internaron en una clínica psiquiátrica por un brote psicótico que la llevó a caminar desnuda por las calles de Los Ángeles, en California.
Según el portal de noticias de entretenimiento TMZ, ella estaba sola y le hizo señas a unas personas que se desplazaban en un carro y le dijo que “venía de un episodio psicótico”. Fue llevada a un estación policial, en donde la internaron en una centro especializado, Allí deberá permanecer hasta este miércoles 22 de marzo, tiempo que podría extenderse. Está siendo evaluada por expertos en salud mental.
El día anterior, la actriz de 36 años, se reuniría con todo el elenco de “Todo eso y más”, pero en último momento canceló la asistencia porque tenía una enfermedad desconocida.
Los problemas comenzaron para la artista cuando no supo ponerle límites a la fama y comenzó a consumir drogas, que bajo sus efectos atropelló a cinco personas en menos de cinco meses en el 2012. La detuvieron y estuvo en libertad condicional durante tres años.
¿Cuándo se deterioró su salud mental?
En el 2013, tras abusar de las sustancias ilícitas, originó un incendió en la puerta de un vecino, en el que su perro se vio afectado, por lo fue la ingresaron a un centro de rehabilitación. Ella misma anunció por Twitter que padecía de “trastorno bipolar y depresión”, además que estaba medicada.
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Ese mismo año, sus padres le solicitaron a las autoridades que le dieran la tutela absoluta de ella, ante los estragos que estaba haciendo. Esta le fue concedida. Cinco años más tarde manifestó que tenía cuatro años sobria gracias al apoyo de sus padres.
En marzo del 2022, tras permanecer en el silencio, un juez rescindió la tutela: “El tribunal determina que ya no se requiere la tutela y que ya no existen motivos para establecer una tutela de la persona”, escribió el juez Roger Lund, según una publicación que hizo Los Angeles Times.
Según Lund, Bynes “había demostrado competencia para manejar sus propios asuntos, incluida su salud mental y otros tratamientos médicos”.