Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once) es una de las cintas que ha logrado cautivar al público y a los críticos, pues tras ser nominada en 11 categorías, se posiciona como una de las grandes favoritas para esta edición 95 de los Premios de la Academia.
Y es que la cinta tiene nominaciones dentro de las categorías más importantes como: Mejor película 2023, Mejor guión original, Mejor actriz, Mejor actriz de reparto, Mejor actor de reparto, Mejor banda sonora y Mejor diseño de vestuario, por mencionar algunos.
Dirigida por el duo denominado como los Daniels (Dan Kwan y Daniel Scheinert), este filme ha obtenido varios galardones en cuanto a su elenco se refiere, pues entre los actores que la protagonizan se encuentran Michelle Yeoh, Jonathan Ke Quan y Jamie Lee Curtis.
¿Cómo se realizaron los efectos visuales de Todo a la vez en todas partes?
Pese a cerrar con broche de oro la temporada de premios en la edición 38 de los Independent Spirit Awards este fin de semana, algo por lo que resultaría imposible concebir a Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once) es por sus asombrosos efectos visuales.
Y es que seguro te preguntarás, ¿cómo es que se realizaron los efectos visuales de esta cinta que convirtió a Michelle Yeoh en una especie de heroína que salta al multiverso durante la pandemia? Para esto hay que partir del grupo de artistas visuales que trabajaron (desde sus casas), liderados por Zak Stoltz, un amigo de los Daniels.
Durante una entrevista con IndieWire, Stoltz reveló que son personas con las que ya había trabajado en su última película Swiss Army Man y no les encantó el proceso, pero para esta ocasión buscaba mantener el proceso lo más personal y artesanal posible, por lo cual, se reunió con el equipo mientras desarrollaban sus propios proyectos:
“Todos aprendimos a hacer efectos visuales por nuestra cuenta en nuestras habitaciones porque lo necesitábamos”. Así, el equipo formado por artistas de efectos visuales que también eran directores y cineastas “terminaron haciendo más del 80% de las tomas de efectos visuales”.
Este grupo de cinco profesionales conformado por Stoltz, Ethan Feldbau, Benjamin Brewer, Jeff Desom y Matthew Wauhkonen hizo a un lado la típica jerarquía de efectos visuales para crear tomas individuales de principio a fin, trabajando en gran medida en programas con los que todos estaban familiarizados, como After Effects:
“No todos conocemos Nuke, no todos conocemos todos los programas 3D”, mencionó Stoltz. “Pero todos conocemos After Effects y es realmente flexible en su funcionamiento”.
Así, este equipo de efectos visuales le brindó a Los Daniels lo que buscaban, es decir, lo que los cineastas querían y también aportaron lo que desde su creatividad se les ocurrió para dar toques originales a las imágenes:
“Realmente no había la escala de un flujo de trabajo posterior tradicional donde alguien lo diseña y luego se lo pasa a alguien para que lo construya y luego la gente lo refina”, dijo Feldbau.
Jeff Desom contó que para esto era necesario conocer el material “y tener la iniciativa para tomar decisiones y presentar lo que crees que sería mejor para ayudar a la historia”, entonces cada artista trabajó en sus tomas individualmente “desde el diseño hasta la composición y renderización” y se hizo responsable de “cada uno de los elementos dentro de la toma”.
Sin embargo, para Stoltz el panorama se tornó complicado ya que tenían recursos monetarios limitados y el tiempo encima:
De esta manera, se pudo dar forma al estilo visual original de Todo a la vez en todas partes (Everything Everywhere All at Once), el cual, ensambla a la perfección con la estética de efectos de la década de los 80 y con gráficos en movimiento contemporáneos. “El lema era menos Marvel, más ‘Cazafantasmas’”, dijo Feldbau.
¿Cómo se dio la organización durante la pandemia de COVID-19?
Al comienzo, se creía que el proceso duraría alrededor de seis meses, pero por la pandemia de COVID-19 se tuvo que prolongar a un año y medio, situación que le permitió al equipo tener un flujo de trabajo nuevo:
“Tuvimos que repensar por completo cómo íbamos a trabajar juntos, solo en términos de gestión de datos, pasando archivos entre nosotros. Ya no podíamos pasar el rato y tener una pijamada y una fiesta de pizza y charlar”, aseguró Feldbau.
La clave siempre fue la organización y Stoltz lo hizo más simple mediante plantillas: “Cada toma tenía una estructura de carpetas muy específica y estaba preparada para que pudieras abrir el proyecto. Todo está listo para funcionar”, contó.
Esta resultaría una de las experiencias que todo el equipo no olvidará, pues hicieron “una colaboración tan estrecha y ver cómo todos lo estaban haciendo a nivel molecular” seguro los marcó y dejo un gran aprendizaje, expresó Desom.