Ben Affleck ha logrado cosechar grandes éxitos y ha labrado un nombre en Hollywood, fue un hombre que alcanzó el sueño americano ganando dos premios Óscar, el pirmero el 1998 por Mejor Guion Original y en 2013 gracias a ‘Argo’ como Mejor Película, esto no es todo, pues también pudo personificar a uno de los superhéroes más queridos como Batman, pero su pasado ha sido su mayor piedra en el camino.
Con un matrimonio que parece que se sume en una fuerte crisis y otro fallido con la actriz de ‘Si yo tuviera 30′, Jennifer Garner, Ben Affleck, ha tenido un factor común en el quiebre de estas relaciones, su adicción con el alcohol, su habilidad para el juego y relaciones extramaritales con la niñera.
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El tortuoso pasado de Ben Affleck y su lucha contra el alcohol
Originario de Berkeley, California, su madre era una profesora de primaria y su padre, un aspirante a guionista alcohólico, de quien, el propio actor cuenta, no vio sobrio hasta que cumplió 19 años, quien además pasaba la mayor parte de su tiempo desempleado, así lo confirmó Affleck al Hollywood Reporter.
Pero no solo fue su padre quien lidiaba con este problema, pues su familia paterna también enfrentó problemas de alcoholismo, siendo su propio hermano menor, Casey fue el que habló de su adicción y sobriedad, su abuela paterna, se suicidó a los 46 años en un motel y su tío hizo lo mismo con una escopeta, por otro lado, una de sus primas era adicta a la heroína, lo que como él describe hace aún más complicada su lucha con las adicciones por este pasado.
Ben Affleck habría comentado que le costó tiempo aceptar que tenía problemas con el alcohol y cuenta que su adicción se agravó luego de su matrimonio con Jennifer Garner, pues se ‘alcoholizaba’ para que este fuera ‘más llevadero’, pues enfrentaba una fuerte crisis y veía como poco a poco se iba desmoronando; pero en realidad su ‘cercanía’ con la bebida comenzó en 2015, pues antes de ello bebía solo de forma esporádica en reuniones y fiestas.
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Para 2017 el actor habría sido llevado a un centro de rehabilitación, lamentándose porque sus hijos tuvieran que vivir esa experiencia desgarradora, a pesar de ello, un año después, en 2018, fue captado afuera de su residencia recibiendo bebidas alcohólicas.
Pero la primera vez que fue llevado a un centro de rehabilitación fue en 2001 gracias al actor Charlie Sheen en una clínica de Malibú, aun así los intentos por alejarlo de la bebida han resultado un combate difícil de ganar, tanto que esto ha sido un tema que ha afectado no solo su salud sino su propio entorno familiar y de pareja.
Sus hijos, por un lado, creciendo y viendo la lucha de su padre y sus parejas, en este caso Jennifer Garner y Jennifer Lopez quienes han intentado ayudarlo a que salga de su adicción sin mucho éxito.
Esto no es todo, pues su habilidad para el juego yendo a casinos a jugar blackjack, lo llevaron a convertirse en una persona ‘no grata’ e incluso le prohibieron la entrada a estos espacios por su agilidad para contar cartas.
Para su visita a los premios Grammy, donde acompañó a su actual esposa JLo fue visto decaído y con una cara de que no quería estar en el lugar, por lo que muchos asumen que el actor está pasando por un mal momento de salud, pero esto no lo exentó de críticas y burlas, por parte del público, sin saber la lucha que viene acarreando detrás de él.
