Desde el 2020 el cantante urbano Jesús Miranda, conocido como Chyno Miranda vio cómo su vida se vino abajo cuando su salud se deterioró tras padecer de la Covid-19, que lo dejó padeciendo de una neuropatía periférica, una enfermedad que daña los nervios que están fuera del cerebro y la médula espinal. Después de una larga y dolorosa recuperación. enfrentó el dolor de perder a su familia.
En octubre de 2021 quedó oficialmente divorciado de Natasha Araos, con quien tuvo un bebé. Trató de buscar un nuevo camino en Venezuela, por lo que en diciembre llegó a Caracas para casarse nuevamente con su novia Astrid Torrealba Falcón, pero su realidad fue distinta. Comenzó su nuevo calvario.
Este 19 de diciembre el artista apareció por primera vez luego de la polémica que se generó su traslado del centro rehabilitación Tía Panchita hacia la clínica El Cedral, en la capital venezolana, por orden del Ministerio Público.
En una entrevista que le realizó en influencer venezolano Irrael Gómez, Chyno contó las penurias que pasó, lo degradado que estuvo y cómo ha logrado mantenerse a flote, así como las aspiraciones una vez que sea dado de alta de la clínica de rehabilitación donde aún permanece recluido.
“Me siento fino y contento ya después de año y medio de no tener entrevista. (…) Soy un hombre nuevo, me siento más cerca de Dios y la familia, de mi novia, de mis seres queridos. Fue duro muy difícil, hay mucha reflexión, con mucha búsqueda. Básicamente fue un reto casi por un año, por 11 meses que me enseñó a reencontrarme conmigo mismo, a tener mucha paciencia. Me enseñó lo bueno y lo malo de la vida”, detalló el intérprete de “Mi niña bonita”.
La estrella musical también detalló que que aprendió a cultivar la paciencia, pero afirmó que “lo malo fue bastante difícil por lo que vivió ahí: Muchos momentos perturbadores y de lejanía”. Manifestó que lo mantuvieron aislado por 50 días, sin ver a su madre y su novia.
Él llegó a “Tía Panchita” el 22 de diciembre de 2021 cuando fue tomado por sorpresa en su casa, de donde dos enfermeros usaron la fuerza, lo sedaron para sacarlo y trasladarlo: “Nunca tuve la intención de recluirme en un centro. Fui llevado en contra de mi voluntad y me llevaron a Tía Panchita. A mí me sedaron el 22 de diciembre en mi casa y me llevaron en contra de mi voluntad con una inyección de Aldol”, recordó.
Contó que al pasarle el efecto del medicamento preguntó en dónde se encontraba y le indicaron que en un centro para adicciones a las drogas, de donde trató de escapar en tres oportunidades.
“¡Qué vaina es esta! ¿Es verdad todo esto? Yo les dije: ‘Papi te doy dos mil dólares y me das información de cómo salir de aquí. ‘No papi, yo no te voy a dar nada’ (fue la respuesta que recibió). (…) Intenté escaparme tres veces de Tía Panchita por la puerta principal, pero las tres veces me agarraron y me inyectaron Aldol. Utilizaron la fuera. (…) ‘Tú eres Jesús, tú te crees más que nosotros, ¡Qué te pasa!, me decían”, detalló Miranda.
“Me separaron de mis seres queridos: ‘No vas a verlos porque estás muy ansioso”, y les decía: ¿esto así? porque quiero ver a mi gente’. Ellos le decían (a mi familia) que no iba a ser el mismo, ‘no le pueden decir Chino más nunca en la vida”.
El venezolano les refutó a sus cuidadores por qué no podían llamarlo por su apodo, si toda su vida había sido así. Le afirmaron que debía ser así porque él ahora era un hombre nuevo llamado Jesús.
Lo que quiere para su nueva vida
Jesús reconoció que en su vida antes del Covid-19 tuvo muchos excesos, pero se justificó: “pero eso es parte de la vida, y yo creo que los hombres tenemos que vivir y aprender eso, echar para adelante”. Manifestó que su novia fue su gran apoyo durante todo este proceso: “Astrid es mi vida, es mi talón de Aquiles, es la persona que está conmigo y la que estará de ahora adelante.
Indicó que desea que ella y su madre se reconcilien por él, por su bienestar y por la familia: “Madre te amo demasiado, te amo enormemente. Es momento de rectificar. (...) Mi amor hay que rectificar, eres una excelente mujer. (...) Hagas ese esfuerzo por mí, por favor, unidas por mi salud y la bendición de la familia. Se vienen más nietos”.
De regreso a la música
“Nunca he estado mal, no he estado loco. Estoy bien, perfecto puedo cantar y hacer muchas cosas. Voy a hacer música y concierto. Tengo canciones con Servando porque lo que viene Chino para rato. (…) Quiero dar un concierto en el Poliedro… con Nacho en Poliedro de Caracas”, aseveró el artista, quien espera recibir pronto el alta médica para continuar con su vida en libertad.