Sebastián Rulli está consagrado como uno de los galanes más importantes de la televisión latinoamericana gracias al talento, carisma y atractivo físico que ha demostrado en su carrera.
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No obstante, el argentino no alcanzó este reconocimiento en un pestañeo. Al comienzo, Rulli fue un joven, como muchos, que llegó a México con un sueño y tuvo que luchar para alcanzarlo.
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En aquella época de su vida, antes de comenzar su trayectoria con actuaciones en telenovelas como Rubí (2004), el intérprete de ahora 47 años ya conquistaba con su apariencia, simpatía y garbo.
Así lo prueban las fotos de su juventud que el protagonista de melodramas ha compartido a través de sus redes sociales para recordar esta especial etapa en la que robaba suspiros con su beldad.
Las fotos de Sebastián Rulli joven que muestran que siempre ha sido bello
Sebastián Rulli llegó al mundo el 6 de julio de 1975 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. En este país, comenzó su carrera actoral, pero no sin atravesar un periodo de confusión sobre su futuro.
En su juventud, el mayor de tres hermanos no tenía muy claro lo que quería, por lo que comenzó a estudiar Administración de Empresas en la universidad, pero no estuvo mucho tiempo en clases.
Y es que, en aquella época, llamó la atención por su belleza y le ofrecieron la oportunidad para modelar en Europa. Con el apoyo de su familia, aceptó la propuesta y su rumbo cambió.
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De esta experiencia en el mundo del modelaje, el actor ha compartido varias postales en su Instagram en donde aparece luciendo guapísimo con varios posados en la flor de la juventud.
Un jovencísimo Sebastián encabezó campañas y conquistó las pasarelas en varios países como Italia, Japón y Estados Unidos; sin embargo, en medio de aquel éxito, descubrió su sueño de verdad.
Mientras modelaba, asimiló que la actuación siempre le había llamado la atención y eso era lo que realmente soñaba hacer, por lo que, decidió comenzar su carrera cuando regresó a Argentina.
En su tierra, empezó a actuar en la televisión durante la década de los 90 con papeles en telenovelas como Montaña rusa, otra vuelta (1996), Naranja y media (1997) y Verano del 98 (1998).
Aunque no tuvo un mal comienzo, Rulli estaba determinado a ser un gran actor, por lo que decidió viajar a México, país que consideraba el “Hollywood de la televisión” en Latinoamérica.
A finales de los 90, con 24 años de edad, Sebastián llegó a suelo azteca, en donde se radicó y comenzó a estudiar en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa.
Sobre este momento tan significativo en su vida, el artista publicó una foto en su perfil en la red social el año pasado. En esta, nuevamente aparece derrochando belleza, jovialidad y confianza.
“Yo decía que el modelaje era un medio para conocer, encontrarme y ver qué pasaba en el mundo”, compartió en una entrevista a la periodista Mara Patricia Castañeda.
“La actuación me llamaba la atención y quería retomarla pero a mí país no quería regresar y México es para todo el mundo el ‘Hollywood de la televisión”, señaló en el programa En casa de Mara.
“Yo dije: ‘Aquí yo también puedo trabajar de modelo y probar suerte en lo que realmente me llena’ y vine con ese objetivo de entrar en Televisa y entré al CEA”, rememoró.
Durante esta plática, Rulli recordó que el productor Pedro Damián fue el primero en ofrecerle hacer un casting para una novela tras verlo en uno de los pasillos del centro de eduación.
Así fue que, entrando el milenio, Sebastián hizo la audición, ganó el rol y tuvo su gran debut en la televisión mexicana con un papel en Primer amor… a mil por hora. El resto es historia.