El capítulo llegó a su fin. Shakira y Gerard Piqué sellaron este jueves 1 de diciembre el final de su romance que comenzó hace casi 12 años y dejó dos niños amados. Firmaron el acuerdo de separación, con el que se dará comienzo a una nueva vida para los cuatro.
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El escenario que vio nacer el amor entre la cantante, quien tenía 33 años y el futbolista español de 23, también vio morir la relación. Fue en el Mundial Suráfrica 2010 donde con risas y miradas pícaras se conquistaron, y 12 años después durante el Mundial Catar 2022 ambos con una seriedad y un silencio sepulcral ponen fin legalmente a lo que vivieron y que no regresará.
Este jueves, el lenguaje corporal de ambas estrellas distaba mucho de las imágenes de otrora. Los colores que borraron para Shakira, quien llegó a la ciudad judicial de L’Hospitalet de Llobregat en Barcelona, en España, completamente vestida de negro, con la sobriedad característica de cuando se va a sepultar en el cementerio a un ser querido. Sus grandes gafas oscuras impedían ver qué expresaba su mirada, pero marchaba escoltada hasta el tribunal, el último lugar que pensó que pisaría algún día.
Su “sol”, como presentó aquel 29 de marzo de 2011 al ex astro del FC Barcelona, se ocultó definitivamente ayer a las 9.30 de la mañana. El inicio del ocaso se hizo público a mediados de año y ahora seis meses más tarde, ya no hay más luz para esa relación, salvo por los luceros que dejó: Milan y Sasha, quienes han iluminado, junto a la música, a su madre en sus “horas más oscuras”.
Ella caminó con la cabeza en alto y de la misma manera salió del juzgado, pues no fue ella quien falló “en algo tan sagrado y tan especial como pensé que era la relación que tenía con el padre de mis hijos”, como dijo a la revista Elle, en septiembre cuando dejó su alma herida al desnudo. Adentro de la ciudad judicial la esperó Piqué.
Él fue el primero el llegar y en su totalidad dejaba ver mucho más. Su vestimenta era informal, relajada como si fuera a buscar el pan de las mañanas y no a firmar el acuerdo que determinará de ahora en adelante la relación con sus hijos. Jean, camisa de jean y una chaqueta fueron parte de su atuendo, que complementó con una gorra que cubría su cara de recién levantado de la cama y su barba descuidada.
Ciertamente cuando una relación se acaba es porque ambos como pareja han fallado en algún momento, pero cuando las relaciones son cerradas, la lealtad es un principio innegociable al que Gerard faltó. No esperó que su lado de la cama se enfriara.
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Corrió a presumir una y otra vez en la cara de su familia lo feliz que es con su nueva pareja Clara Chía Martín, una jovencita de 23 años con quien repite la historia, pues él ahora tiene 33 años. Una chica que se asemeja mucho a la madre de sus hijos.
Serio y sin emitir algún comentario, entró y salió del juzgado. Allí privó el amor por sus hijos. Le dio la “libertad” a Shakira para que volviera a hacer su vida al otro lado del mundo, en Estados Unidos, país donde este “circo” “vulgarizado y abaratado por los medios”, como lo calificó su ex Shakira, empezará una nueva etapa.
Lo importante al final de la historia es que, en medio del dolor de ambos, Milan y Sasha son lo más importante para ellos: “Independientemente de cómo terminaron las cosas o cómo nos sentimos Gerard y yo como exparejas, él es el padre de mis hijos. Tenemos un trabajo que hacer para estos dos niños increíbles, y tengo fe en que descubriremos qué es lo mejor para su futuro, sus propios sueños en la vida y cuál es la solución justa para todos”, afirmó la cantante para Elle.
Este jueves ratificaron ante el juez que Gerard podrá visitar a sus hijos 10 veces al mes, tendrás gastos compartidos en la crianza de los niños y podrá disfrutar con ellos el 66% de sus vacaciones. Los detalles de este acuerdo fueron encriptados para resguardar a sus pequeños.
Ahora solo queda empezar de nuevo, Shakira sabe que “podría estar sola, pero no sentirme sola” y que su autosuficiencia le está dando buenos frutos en su vida profesional, que nuevamente florece con “Monotonía” y “Te felicito”, porque “un día después de la tormenta, cuando menos piensas sale el sol”.
