Rebelde fue una telenovela juvenil que se emitió entre 2004 y 2006, marcando a toda una generación de fans que aún la recuerdan.
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Sin embargo, pese a que su público y sus integrantes eran muy jóvenes, se vivieron muchas situaciones irregulares que dejan ver lo difícil que es lidiar con la fama desde tempranas edades y que todo, no era tan inocente como se pensaba.
El lado oscuro de Rebelde y posteriormente, RBD
El más reciente en abordar el tema fue Christian Chávez, quien en una entrevista con Yordi Rosado reveló que la popularidad lo llevó a fuertes cuadros de ansiedad que depararon en adicciones a las drogas, que comenzó por marihuana y luego fue hacia otras más fuertes. También las combinó con medicamentos.
“Cuando empezó ‘Rebelde’, yo empecé muchos problemas de ansiedad porque obviamente mi sexualidad me generaba mucha ansiedad... porque... ahí todavía no había salido el pedo de la noticia... no había salido (del clóset)”, explicó conforme con Milenio.
“De pronto ya la marihuana no era suficiente y entonces era mezclarlo con alcohol (...), empiezas a ir a fiestas y te empiezan a ofrecer cocaína, tacha... ponle el nombre que quieras”,
— Christian Chávez.
Asimismo, otra que la pasó muy mal fue Anahí, que durante esta etapa en su carrera desarrolló anorexia por la fuerte presión por parte de los productores para lucir muy delgada.
Por otra parte, Michelle Renaud no se calló sobre los maltratos que recibieron durante las grabaciones, mientras que Dulce María le correspondió hace poco aseverando que los pagos eran insuficientes.
“No solo yo, todos, nos bailaron bien bonito. Hubo una vez que nos juntamos en una gira en Chile y ahí empezamos a hablar, nos dimos cuenta de que todos ganábamos diferente, entonces fue algo súper fuerte, porque ganábamos súper poquito”, expresó.
“Entré de extra y dije, ¿qué es esto? No quiero, es la cosa más horrible ahí. La verdad siempre lo he dicho, no era muy bonito que digamos, nos trataban muy mal”,
— Michelle Renaud.
Igualmente, al tener una gran carga de trabajo, todos se sentían saturados, solitarios y deprimidos, lo que los llevó a sanar estos vacíos emocionales con fiestas o eventos. “Fue algo muy fuerte. Más allá de creerme mucho, fue un boom en mi carrera, en un momento de vida en el que te conocía todo el mundo, pero emocionalmente era mucha soledad”, agregó Dulce María.